Los ciudadanos votan "según su identidad, sobre la base de quiénes son, de qué valores tienen y a quién y a qué admiran". Y los estereotipos culturales y morales son los que más claramente encuadran el voto por afinidad o por rechazo.
Si como sostiene Lakoff, catedrático de ciencia cognitiva en Berkeley, apoyándose en estudios electorales, la mayoría de la gente no vota por sus intereses, sino en función de su identidad, entonces para qué tanto circo mediático.