Periféricos
13.2.19
Hay centros de poder que controlan los altavoces del sistema. Todo lo que surja en sus límites marginales pasa por sus filtros y su mensaje queda capitidisminuido o ensordecido. Voy a poner tres ejemplos por su altura intelectual, honesta y creativa:
Joselu (Profesor en la secundaria)
Juan Poz (Diario de un artista desencajado) (El ojo cosmológico) (Provincia mayor que el mundo eres...)
Francisco Ayudarte (Otra vez Prometeo)
Son referentes, luminarias en la larga noche de la ilusión
del conocimiento y, sin embargo, sin ninguna catapulta mediática del sistema no
pasarán de ser un pequeño punto en la galaxia digital que se puede encontrar
por casualidad, siempre satisfactoria.
Etiquetas: historias, personajes
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5 apostillas:
Las grandes personas acaban por ser vistas sólo en lugares recónditos.
Un abrazo
Glups! ¡Cáspita ¡Tierra, trágame! ¡Si lo sé no vengo...! Ya se ve que hoy no te has des-ayunado, Francisco, porque esas visiones son propias del ayuno prolongado... Anda, anda, recoge la alfombra y sigamos haciendo camino juntos, sexando moscas que atar con el rabo, que es mucho más difícil que sexar polluelos, y, de momento, casi tan necesario... Te guste o no, este espacio ha acabado siendo un coworking de esos modernos en los que se tan colado, hasta dónde yo sé, un par de vejestorios embriagados por la afición al conocimiento y al deslumbramiento -los intelectuales de verdad, no este simulacro que yo soy, lo llaman también "epojé"- que siempre produce la realidad. Y en esas estamos, y en esas seguimos, en tu iluminadora compañía..., y de la de a cuantos aquí leemos siempre con respeto, a veces con asentimiento, y siempre con placer.
La blogosfera -hubo un tiempo- fue una especie de selva lujuriosa donde proliferaban y crecían los blogs como especies necesitadas de aire y de palabras. Eran centenares de miles los que aparecieron allá por el cénit de su proceso, hacia 2010-2011 . Hoy la blogosfera, es un erial, con apenas unos miles de blogs, a modo de árboles solitarios en páramos marcados por la penuria. Tu blog, y el de Juan Poz, han atravesado diacrónicamente todas las etapas -el mío se oscureció durante años- y siguen incólumes, pese a todo. Me admira tu capacidad de resistencia, granítica, frente a todo desaliento, hasta que blogger, que llegará un día, desactive los blogs, como ahora ha hecho con google+. Tu aventura intelectual, no la mía, ha sido sobresaliente. Acompañarte, a veces, es convertirte en uno de los argonautas y ver a Ulises atado al mástil para no sentirse atrapado por el canto de las sirenas -que el otro día me enteré que eran aves y no medio peces, las que encantaban a los navegantes. Así, considerándote un émulo de Ulises, te leo cada mañana, a veces comentando o a veces en la sombra, pero con interés siempre. Muchas gracias por tu generosidad, de siempre y de hoy.
Tengo, entre otros, este defecto: no me puedo estar callado (no escrito).
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