Seres ocultos

29.4.10



Fuera del ojo omnisciente de Google nada parece existir. Lo que no se encuentra en Internet es conocimiento ignorado y, por tanto, inadvertido. A esa nueva verdad de entendimiento le faltan los datos invisibles, esos que se pasean extramuros de la tela de araña informática, donde habitan las entelequias silenciadas e inapreciables.



5 apostillas:

Joselu dijo...

Me asombra que el conocimiento en su conjunto (arte, ciencia, poesía, filosofía...) durante tantos siglos haya podido progresar sin google, pero lo hizo. La constancia que tengo con mis alumnos es que cuando no existía google, sus propuestas, en general, eran más imaginativas, más audaces, más ricas. Google facilita tanto las cosas que estimula tal vez la pereza intelectual. Antes había que esforzarse en buscar y leer, ahora sólo hace falta copiar y pegar (y no hace falta leer siquiera).

María dijo...

Puede que esté en Google,

o puede que no lo esté...Lo importante, no es eso, lo importante es que alguien donde sea que se encuentre, conozcan o no, lo que piensa, los demás... SIGA PENSANDO, APRENDIENDO Y ACUMULANDO CONOCIMIENTOS.


¿Tú crees que aun, quedará alguno de estos por ahí y no nos hemos enterado? ;-)


Muchos besos y feliz día.

Paco Becerro dijo...

Genial. Entonces yo no existo, afortunadamente. El futuro bloguero sí, pero mi yo real, no sale, de momento... uffff

Juan Poz dijo...

Dentro de poco lo selecto, lo exquisito, será presentarse como un forajido de Google, es decir, un fora-ejido, un exiliado del Gran Hermano. Desde ahora deberìamos de buscar ya cómo seguir relacionándonos, fuera de la vulgaridad gooogliana. Apátridas de Google, también, sí, ¿por qué no? De todos modos, y lo digo por mí, hay blogs a los que su soledad los convierte en extragooglianos, o casi, o "ansí".

Valentin Ibarra - (acertijo) dijo...

Hola. Este es muy bueno. Ayer justamente pensaba en un post para mi blog, que hable algo así de aquellas invisibilidades que transforman el mundo visible.
Aquellas substancias (aristotélicamente hablando) que funda la esencia. Aquellas cosas (por definirlas de alguna torpe manera) que subyacen, fundan y transforman la realidad.
Saludos.