Ninguna arruga arruinaría su vida. Junto a las sábanas de hilo y la ropa interior de algodón tenía planchado a su nuevo maridito.
Tareas domésticas
1.3.09
Ninguna arruga arruinaría su vida. Junto a las sábanas de hilo y la ropa interior de algodón tenía planchado a su nuevo maridito.
Etiquetas: cuentos diminutos
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4 apostillas:
Y a cuantos les encanta que por fin alguien se preocupe de tenerlos planchaditos y domesticados.
¡Enorme cuento de terror! Abres los cajones de la cómoda y, entre prenda y prenda, sacas un marido planchado, una lámina tiesa en la que conmueven las facciones del rostro en dos dimensiones...
A muchas mujeres les gustaría tener una colección de maridos tan grande como la de blusas o vestidos, mantenerlos doblados y callados a la espera de querer usarlos y devolverlos a su sitio una vez satisfecha la necesidad de su compañía. Buena metáfora de las relaciones actuales.
Un saludo.
Planchado y listo para colocárselo al salir a la calle...
Qué cosas.
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