El hundimiento de la prensa escrita hasta una presencia testimonial los fines de semana o en periódicos gratuitos, es la predicción favorita de los augures que vaticinan un desastre similar al ocurrido con el Titanic. A cambio prometen información desde la red hecha por periodistas, lectores y robots, para un público joven cansado de los viejos formatos. Una información de todos. Tamaño optimismo sólo cabe en los mercantilistas y en los ingenuos.
Atierre
19.3.09
El hundimiento de la prensa escrita hasta una presencia testimonial los fines de semana o en periódicos gratuitos, es la predicción favorita de los augures que vaticinan un desastre similar al ocurrido con el Titanic. A cambio prometen información desde la red hecha por periodistas, lectores y robots, para un público joven cansado de los viejos formatos. Una información de todos. Tamaño optimismo sólo cabe en los mercantilistas y en los ingenuos.
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6 apostillas:
A estas alturas de la película prefiero a los mercantilistas que a los ingenuos. Con los mercantilistas una sabe hasta donde pueden llegar (sobretodo si no tienen escrúpulos), con los ingenuos nunca.
Hacia mitad de los años noventa todavía me reía de los que veía en la calle hablando con un móvil aparatoso y con antena. Hacia el año 2025 no tengo ni idea cómo habrá evolucionado el mundo de la información, el de los libros, el de la educación. Toda revolución tiene su momento, y cuando llega ese momento no hay nada que lo pare. Y no es cuestión de ser ingenuo o mercantilista. Nadie esperaba la revolución del presente tal como se ha desarrollado. Estoy escribiendo desde una biblioteca pública conectado a una red wifi. El futuro es una incógnita pero no me parece tan descabellado lo que se ve en el vídeo. De momento he linkeado el enlace.
Quien tuvo la osadía de predecir que el Titanic se hundiría acertó.
Pero, ¿alguien se atrevió a decir que todas las grandes embarcaciones irían a pique?
¡Hermes nos libre de los jóvenes "cansados de los viejos formatos"! La sed de novedad que, en política significa el favor y disfavor casi simultáneos que pueden recibir algunos políticos-estrellas, como Sarkozy, el propio Zapatero o ahora Obama, constituye, per se, un peligro de primera magnitud. Hemos comprimido el tiempo, lo hemos desustanciado y ahora ya no hay "procesos" naturales, sino fuegos fatuos instantáneos. La vieja rebeldía del "aquí y ahora" casi parece, hoy en día, un prodigio de serenidad y hasta de eternidad, de tempo lento. Esos jóvenes cansados son los herederos de Queen: "I want it all and I want it now." ¡Para echarse a temblar!
Suerte que, como escribe hoy en el País Joan Subirats, las expectativas de vida nos están haciendo replantearnos la división en tres edades de la vida humana. volveremos a San Isidoro, quien, en las Etimologías, la divide en cinco. ¡Gracias, Isi!
Nos costará, no nos gusta los cambios, pero poco a poco se esta introduciendo en nuestra vida, como cuando empezó el primer ordenador, y ahora ¿quién no tiene uno?.
Lo que es cierto que nos encontramos en un periodo de la historia que será estudiada por nuestros bisnietos en cualquier formato (en la red, en pantallas táctiles, y pongo etc). es la coletilla usada por sabios o por ignorantes, como es mi caso.
mi hermano estudia periodismo, y está haciendo su tesina en plan crítica a la era digital, como un periodismo de cortar y pegar, en la era de la información o contrainformación, asusta la idea...
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