Veo los viejos cuadernos garabateados con un bolígrafo bic de color negro. No echo en falta la escritura manual por más que toda esa maraña de letras con tachones incluidos y dibujitos en los márgenes me devuelva la imagen de un tiempo manuscrito. La añoranza es una tensión metafísica que no puedo comprar en el hipermercado.
Evocaciones
22.1.08
Veo los viejos cuadernos garabateados con un bolígrafo bic de color negro. No echo en falta la escritura manual por más que toda esa maraña de letras con tachones incluidos y dibujitos en los márgenes me devuelva la imagen de un tiempo manuscrito. La añoranza es una tensión metafísica que no puedo comprar en el hipermercado.
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6 apostillas:
Llevé durante casi diez años un diario personal en unos antiguos dietarios de tapas rojas, azules o marrones. Myrga creo que se llamaban. Los tengo escondidos en el desván. Escritos con pluma o a bolígrafo, guardan en sus páginas manuscritas la maravilla de un tiempo de descubrimientos y decepciones. No es nostalgia, es algo más. El blog ha sustituido a aquellos dietarios. Bueno.
yo de pequeño, adolescente y joven siempre lo escribía todo en negro, no sé porque pero lo prefería. Incluso, me acuerdo que en la escuela te daban los tres colores y te obligaban a utilizarlos, cada uno para una cosa, los títulos de un color, los párrafos de otro... pero yo siempre en negro.
Aún lo sigo utilizando para escribir, pues de vez en cuando, sobretodo cuando estoy de viaje, me gusta escribir en papel. Aunque al final, siempre lo paso al ordenador.
DIFÍCIL, POR AHORA, SER DEMENTE
Difícil, por ahora, ser demente,
porque yo no escribo de mente
escribo de corazón,
de ojos,
de manos,
de un ser,
-o de varios-.
Escribo de ovarios
(inclusive).
G. Fuertes
La añoranza es una tensión metafísica... Me quedo con esa frase. Una tensión que acaba siempre por romper la cuerda.
Prevalecen los sintagmas del espacio, las letras se dejan ver en toda tecnología. No hay forma perecedera, ni pelos, ni nada.
Pues, y no es por llevar la contraria, mi color siempre fue el azul... y sigo prefirirndo el papel (con sus tachones y dibujitos incluídos)... Llámame nostálgica, si quieres, pero me gusta acariciar mi cuaderno mucho más que aporrear estas teclas...
Besos varios... de los de siempre...
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