Diferentes

27.12.22



Javier es un chaval inusual en estos tiempos. Le gusta la Literatura y le atrae escribir. Junto a estudiantes de su instituto han creado una página web sobre textos literarios y creatividad. Se aleja bastante de otros perfiles más comunes a su generación, pero eso no parece importarle. Entiendo que a cada revolución o cambio se opone una contrarrevolución y, posiblemente, esto pueda ocurrir también ahora, donde todo se predispone a enterrar la palabra escrita.



Fosas

26.12.22



El conocimiento es un abismo, a mayor profundidad te sientes más perdido.



Solo un número

25.12.22



Estaba comprobando los números de la lotería de Navidad. Pensaba con parsimonia cada guarismo, fijándose con detenimiento en todas las cifras del décimo. Numerología, discurrió. Un alfabeto numérico que descifra un lenguaje de azares. Traducir ese idioma digital a palabras. Leo, interesado en aquella lectura, tomaba pequeños sorbos de mate concentrado en el listado de boletos premiados, repasando la estadística fortuita que determinó el sorteo.

Leovigildo fue bautizado en un templo diseñado bajo la proporción aurea, su padre era un abonado al 06174, su casamiento está fechado con dobles dígitos y sus hijos nacieron en días de números primos. El cuento de Borges ‘La lotería en Babilonia’ es su Biblia particular, es un enamorado de los números romanos y del número filosófico, pero no tiene ninguna consideración por los dígitos mágicos ni los espirituales.

«El cero dilata, el ocho pesa más, los tres gramos sufre una reducción de algunos microgramos…», meditaba.

Su destreza en el arte de imaginar combinaciones lo había llevado a no tomar ninguna decisión que no fuera el resultado de una meditación numeral.

Y esa mañana, tuvo una visión:

«Al principio el número era simple. Observado fríamente era solo un dígito. A la mañana siguiente se duplicó, pero siguió siendo una cifra inofensiva sin más, una pareja ordinaria. Para la noche había formado un trío y aquello le hizo gracia, siendo la hora que era. De madrugada le pareció escuchar un murmullo y, al levantarse, se apresuró para ver que el asunto creció hasta ser una familia numérica. Incluso se alegró de no estar tan solo. Los guarismos continuaron engordando con el paso de los días y en poco tiempo echaron raíces cuadradas y eclosionó la numerología, aumentando exponencialmente y con tan buen cálculo, que comenzó la crianza de números fraccionarios, trascendentales, complejos, hiperreales, superreales y surreales. Lo peor fue cuando le nacieron los irracionales y, especialmente, los negativos, y llegaron los primos con su alegría. El álgebra de los días se transfiguró en una multiplicación de elementos y su vida en una ecuación irresoluta, derivada de una abstracción logarítmica tan irrefrenable que el espacio euclídeo de su casa se transformó en módulo de un número hipercomplejo, donde permanece internado».

Fue entonces cuando, adivinó con crueldad pitagórica, su aciago destino de número imposible.

Eclipses

24.12.22



La decepción es la cara oculta del anhelo.



Licuefacción

23.12.22



Al escribir solo se debe pensar en el texto no en quién lo leerá.





Estimación

22.12.22



Dicen que todos tenemos un precio como si fuésemos mercancía. Si es así, algunas personas lo tienen siempre en rebajas.



Deconstrucciones

21.12.22



Cada día que pasa nos estamos marchando: estamos desapareciendo.



Proporcionados

20.12.22



Un metabolismo físico rápido en un metabolismo mental lento es un buen equilibrio en la existencia.



Tiesura

19.12.22



En ocasiones nos encaminamos con temor hacia ciertos acontecimientos. Y eso no es malo porque nos pone en tensión, igual que la cuerda del arco a punto de disparar la flecha.



Luminosa navidad

18.12.22


Fueron a ver las luces de aquel sitio tan popular. Viajaron por el reclamo de la fama que había adquirido la ciudad. «¿Dónde nos escapamos este fin de semana?», preguntó el padre. «¿Qué os parece si vamos a visitar ese lugar tan famoso por sus luces de Navidad?», indagó la madre entusiasmada. Noelia frunció su ceño adolescente. «Viajar tan lejos para mirar una chorrada», protestó, mientras su hermano menor gritó un exaltado ‘¡bien!’.

La familia tras hacer los preparativos se dirigió hacia el destino elegido. «Según he leído, son más de cien millones de leds las que encienden», explicó el padre. «Anda, qué exagerado», le contradijo Noelia, que prosiguió con sus protestas: «Y seguro que hay cien millones de bobos asombrados mirando, incluidos nosotros». «No empecéis a discutir otra vez», terció la madre, en tanto que el pequeño estaba interesado en saber si habría algún video juego sobre la iluminación navideña de aquel sitio.

Tras alojarse en un hotel céntrico y descansar del viaje, el manto del atardecer hizo que el enjambre de bombillas comenzara a emitir un brillo apabullante y cegador. La luz fragmentada en colores entró por cada poro del ambiente, manchando cada objeto y cada ser vivo de una gelatinosa luminosidad.

Hipnotizados caminaron hacia el corazón de una deslumbradora atmósfera atraídos por el magnetismo de la luminotecnia, hasta quedar ensimismados por el caudal refulgente que fluía.

Noelia se desprendió de las gafas de realidad virtual y con desabrido ademán dijo: «Otro año más no contéis conmigo para jugar a estos juegos que fabrican para los que no han dejado de creer en la ridícula navidad».



Indexados

17.12.22



En el ahora habitan los fantasmas del pasado y del futuro.



Sedimentos

16.12.22



No seremos un montón de huesos enterrados bajo la tierra, solo sustratos de datos sepultados en las máquinas.



Dictados

15.12.22



Por todo lo leído tienes la sensación que son otras voces las que escriben por ti.



Desatinados

14.12.22



Escribir aforismos es como tirar piedras contra el cielo y nunca atinar.




Desolación

13.12.22



Duele tanto una mentira como una verdad irrefutable.



Futilidades

12.12.22



Nadie parece percibir la nimiedad del Universo comparado con la nada.



El jubilado

11.12.22



En el impertinente devenir de los días había trazado un círculo en el ducentésimo duodécimo día del calendario. Un círculo rojo exhaustivo y omnipresente que lo mantenía vivo las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana. Era el centro de la diana. Tan esperado, tan sentido que no acababa de llegar. 

La gente empieza a tenerte lástima y piensa: míralo, el pobre, ya no es productivo. Es un ser inservible. Otro al que hay que alimentar sin que haga nada. Aunque todo eso lo traducen por un: enhorabuena. Y te dan consejos para que no te vengas abajo y no te deprimas por haber dejado de ser útil a esta sociedad, una herramienta interesada para que produzcas pingües beneficios a las empresas que enriquezcan los bolsillos de unos pocos. 

Todo eso ocurre porque nadie se mentaliza que antes de apartarte del mercadeo del trabajo debes comenzar a concienciarte de que ni eres imprescindible ni que nada es eterno. Tienes una vida útil y no es, precisamente, la que te han asignado sino aquella otra para la que tienes que estar preparado, la verdadera existencia de los sentidos y de los buenos y gratos momentos, nunca de la estar atrapado en un puesto laboral en un destino determinista de hormiga obrera. 

Lo mejor que puedo decirte es que goces del momento sin preocuparte en exceso por el hecho de no trabajar. Busca alternativas, cambia tu forma de ver el mundo, explora tus intereses, haz lo que te apasiona, cuida tu salud mental y física, abraza el cambio, conecta con personas interesantes y forma una red de apoyo para que te acompañen en tu nuevo estado. No te esfuerces por encajar en un sistema que no te tiene en cuenta, sino por encontrar tu propio camino y saborea la libertad consumando lo que te gusta. Encuentra el equilibrio entre trabajar y vivir, sin olvidarte de ser feliz. 

Eso que me dices es como un discurso de Coelho o de Osho, pero no me alcanza la pensión para tanto ni la salud tampoco. La vejez es el cansancio de la vida. 

Es cierto que la senectud puede ser una etapa de agotamiento y a veces incluso de soledad, pero también es una época de tranquilidad y de disfrute de los placeres de aquello que nos rodea. Puedes aprovechar este tiempo libre para realizar todas aquellas cosas que siempre has querido materializar pero que antes no podías acometer. Aprovecha para relajarte, disfrutar de la naturaleza, leer, escribir, pintar, cocinar, pasear, ejercitarte, aprender algo nuevo, tocar un instrumento musical, conocer nuevas amistades, visitar a tus familiares, viajar… 

Cada mañana ayuda en el Banco de Alimentos, se coloca su bata blanca y anota los víveres que salen y entran del almacén, pero no parece un hombre satisfecho. 

Y otra vez surge esa voz interior: No hay nada como dar un poco de tu tiempo y esfuerzo para ayudar a los demás. La verdadera felicidad no está en el dinero, sino en el sentimiento de satisfacción que obtenemos al contribuir con el bienestar de los demás. Ser voluntario es una excelente manera de conectar con la comunidad y experimentar la gratificación de hacer algo bueno y significativo.



Arriesgas

10.12.22



El atrevimiento en la escritura ya es un mérito.



Excesos

9.12.22



Una autobiografía es una tautología del yo.



Rebelarse

8.12.22



La muerte puede matarnos pero nunca debe vencernos.