Ladino

17.6.18



Quería ser mago y su primer truco fue desaparecer.



Plasmaciones

16.6.18



Hoy me he levantado dispuesto a cambiar el mundo. Me basta con crear heroínas o villanos, ángeles o diablesas, seres mutantes.



Curiosidad

15.6.18



De los amigos recibirás juicios amables, de los enemigos calificaciones bruscas. En ambas encontrarás la verdad sobre ti.



Facultad

14.6.18



El poder de quien escribe, la potestad de la persona que lee, no es como el poder del mandatario o del acaudalado —ese que cambia la realidad para su beneficio—, es el poder que transforma por dentro.



Solos

13.6.18



Ninguna multitud cobija una soledad.



Tardos

12.6.18



Repetir no es quedarse atrás, es ir más despacio.



Credo

11.6.18



Creer en ti es el único dogma al que deberías conceder una licencia.



Periodista

10.6.18



La única noticia que no quería dejar de anunciar era la de su propio fallecimiento.



Orografía

9.6.18



Cada vez que recorro mi mapa personal me extravío por su geografía ignorada.



Levedades

8.6.18



A veces me pregunto si llegué a existir.



Fagocitación

7.6.18



Una persona que escribe termina devorada por sus propias letras.



Mudo

6.6.18



Morir no es otra cosa que quedarse sin palabras.



Fórmula

5.6.18



La organización del caos supera al orden.



Estrategia

4.6.18



Para que no te venza tu enemigo no actúes como él.



Concertista

3.6.18



El intérprete actuaba siempre en pijama porque sus conciertos los solía roncar en si bemol mayor.



Turbidez

2.6.18



Igual que quien mira a través de los cristales empañados de sus gafas, nos acostumbran a ver la realidad bajo una óptica borrosa que nos impida ver con nitidez la verdad.



Decepcionante

1.6.18



Descubrir que el mundo es delusorio no es tan importante como saber de tu incapacidad para cambiarlo.



Imantados

31.5.18



Somos ese imán que atrae todo aquello que sentimos.



Medicaciones

30.5.18



Supo que a su amiga la habían ingresado en el hospital para realizarle una coronariografía y saber cuál era el estado de su exhausto corazón. Con qué alegría sístoles y diástoles lo movían y, sobre todo, si bombea poco o mucho amor. 

Permaneció encamada durante varios días y recibió visitas que le traían ánimos y le traían rosas, estuches con variedades de chocolate y mucha conversación para que no se sintiera sola, algo que apreció de corazón a pesar de su dolencia. En cambio, decidió enviarle cada día un poemita y la poesía curó aquel corazón. 

Los médicos reconocieron, antes de darle el alta, que aquellos versos le dieron otra vez ritmo a su corazón.



Inmateriales

29.5.18



Como no sé hablar solo pienso.