Vocación

27.5.16



Reflexionando sobre el hecho de ser escritor recuerdo toda la energía destinada a ese empeño durante mi juventud. Más que la escritura en sí estaba el hecho de producir páginas y extraviarme en la prosa y el verso, afanoso de engordar un currículo que respaldara esa denominación de escritor.

Ahora, después de tantas páginas escritas, de invocar la palabra y ahogarme en los textos, es cuando más apocado tengo el sentimiento de ser escritor, cuando menos siento la necesidad de significarme en el mundo de las letras, agotado el furor juvenil y libre de la ambición adulta.

Es, en este momento, cuando reposan las letras en el exilio de la literatura, en la frontera de la identidad perdida, en lo transliterario, donde lo que menos importa es ser función de escritor y sí vivir dentro de ella.



Clonación

26.5.16



¿Si la historia se repite por qué no ocurre siempre lo mismo?



Caminata por un paisaje de aforismos

25.5.16



—Señor Jerzy Lec cómo se mide la libertad.
—La libertad de los esclavos se mide por la longitud de la cadena.
—Habrá alguna libertad preferirá usted.
—No os dejéis imponer la libertad de expresión antes que la libertad de pensamiento.
—¿Está rotos los sueños?
—Cuando quiere soñar con la libertad, se pone un gorro de noche en forma de gorro frigio.
—No cree en revoluciones.
—¡Libertad, igualdad, fraternidad! ¿Cómo se conjugan?
—¿Con empatía?
—El mundo no está loco en absoluto, aunque no está hecho para la gente normal. Está hecho para los normalizados.
—Y para los que no piensan.
—La estupidez no dispensa de pensar.
—¿Hay que derribar los ídolos?
—Al derribar las estatuas, respetad los pedestales. Siempre pueden ser útiles.
—¿Y escucharse a uno mismo?
—¿Quieres ahogar la voz de tu corazón? Conquista el aplauso de la multitud.
—¿El progreso es una conquista?
—Cuando griten: ¡Viva el progreso! pregunta siempre: ¿El progreso de qué?”.
—Hay estrechez de miras.
—Algunos ven por los ojos como por una mirilla.
—O están ciegos.
—¡Cómo ayuda la ceguera a dar en el blanco!
—¿El hombre?
—Persona non grata.
—¿La Tierra?
—¡Ese punto debajo de un signo de interrogación!
—Un consejo.
—Habla sabiamente, el enemigo escucha.
—Una recomendación.
—Exigid un resguardo cada vez que hagáis una reverencia.



Entelequias

24.5.16



La imaginación es despertarse y estar soñando.



Volatilizado

23.5.16



Decía Adorno que «quien piensa no está airado en la crítica: el pensamiento ha sublimado la ira». Disipar el furor para no enajenarnos para que se imponga el sosiego.



Aguas profundas

22.5.16



Nadando en sus ideas se ahogó en un mar de dudas.



Ocultamiento

21.5.16



Señalaba el pensador Apeles de Quío, discípulo de Arcesilao, que «quien evidencia lo oculto limpia los prejuicios». Demostrar las ofuscaciones siempre ha sido una tarea clarificadora.




Evasiones

20.5.16



A veces, cada vez más, me cuesta entender para qué escribo. «Se escribe siempre —decía Gilles Deleuze— para dar vida, para liberar la vida allí donde esté presa, para trazar líneas de fuga». Se escribe desde el territorio del pensamiento para escapar de uno mismo y dejar de ser quien se es. Se escribe para modificar la realidad y para evadirse de ella.



Omisiones

19.5.16



¿Auto citarse es una cuestión de vanidad o de negligencia?



El movimiento de la arena

18.5.16



—A veces señor Abe me pregunto adónde lleva tanto dudar.
—La duda conduce a la verdad.
—¿La verdad no es una apariencia?
—La realidad no necesariamente coincide con las apariencias.
—La apariencia es una mentira oculta.
—Dicen que lo mejor para ocultar una gran mentira es rodearla de numerosas mentiras pequeñas.
—Quizás solo sea un juicio de valor.
—Todo el mundo quiere juzgar a los otros de manera subjetiva. Ese método tan simple de aplicar criterios ajenos para calificar a la gente está en desuso, es como un libro enmohecido.
—Es usted muy prudente.
—Tal vez yo también había sido demasiado cauteloso para actuar con naturalidad y no cometer errores que me comprometieran. El exceso de precauciones y dudas puede terminar siendo perjudicial.
—Habrá que tener fe…
—Bueno, para quienes confían, la espera siempre es efímera, aun cuando dure cincuenta, cien años...
—Entonces habrá que tener coraje.
—Ya no me importa que usted sea amigo o enemigo, el único camino que me queda es dejar atrás esta trinchera inútil y enfrentarme al destino con todo mi coraje.
—Y algo de confianza.
—Mira, me interesa mucho tener un amigo marciano, pero el interés no siempre se asocia con la confianza. Hace falta hablar más a fondo para convertir el interés en confianza.
—¿En qué situación se encuentra ahora?
—Me permito aclarar que no soy tan optimista como para creer que ya tengo un aliado, sólo porque usted sea un ‘ser humano’ como yo quisiera que lo fuese. Me encuentro en una situación demasiado anormal para convencer a alguien de la veracidad de mi relato. Aunque usted sea un ‘ser humano’, dudo que reconozca una esencia humana en mí.
—Al final estamos solos.
—Cierta vez encontró la reproducción de un grabado, ‘El infierno de la soledad’, y la observó con curiosidad. (...) Los muertos, cada uno con diferente expresión, parecían empujarse unos a otros mientras hablaban incesantemente al hombre. ¿Por qué razón eso era ‘El infierno de la soledad’? En aquel momento pensó que se habían equivocado al poner el título; ahora podía entenderlo. La soledad es una sed que la ilusión no satisface.




Perdición

17.5.16



Una vez que estás perdido en el desierto y no te puedes salvar lo que importa es la calidad del espejismo.



Provecho

16.5.16



Para Sergio Pitol «la inspiración es el fruto más delicado de la memoria». La memoria es la semilla iluminada del pensamiento.



Topografías

15.5.16



Debido a que la fe mueve montañas todos los cartógrafos terminaron por enloquecer.



Memento vivere

14.5.16



Euríloco de Elis, discípulo de Pirron, exhortaba a sus discípulos: vivid la plenitud de las buenas horas porque las del infortunio llegarán solas. La vida ofrece espejismos en el desierto de la existencia que, al final, terminan por ser la única realidad.



Perdido

13.5.16



He olvidado lo que es escribir, lo he desaprendido. No sé bien qué escribo ni cómo escribo y siento que no escribo nada, que practico la escritura del vacío. Es como si hubiera perdido el gusto de las palabras y cada frase escrita no me supiera a nada. Una regresión de la palabra a la palabra, un retroceso al signo escrito, al garabato en el aire del pensamiento.



Ser pregunta

12.5.16



¿Lo que me forma como individuo es mi interrogación?



Charla sobre convivencialidad

11.5.16



—Señor Illich, ¿el conocimiento da libertad?
—Para la mayoría de los seres humanos, el derecho a aprender se ve restringido por la obligación de asistir a la escuela.
—¿Y la búsqueda del bienestar?
—Las burocracias del bienestar social pretenden un monopolio profesional, político y financiero sobre la imaginación social, fijando normas sobre qué es valedero y qué es factible. Este monopolio está en las raíces de la modernización de la pobreza. Cada necesidad simple para la cual se halla una respuesta institucional permite la invención de una nueva clase de pobres y una nueva definición de la pobreza.
—Entonces hemos fracasado.
—Todos miden su éxito por el fracaso de los demás.
—Y por lo que poseemos.
—El hombre ha de escoger entre ser rico en cosas o en la libertad de usarlas.
—Como en la igualdad.
—El sexismo es una indignidad específicamente moderna.
—¿Y la autosuficiencia?
—Una sociedad donde cada cual fuese lo que es suficiente sería quizás una sociedad pobre, pero sería sin duda rica en sorpresas y libre.



Esferas

10.5.16



Eres bueno mientras no cruces la línea imaginaria de la envidia ajena.



Lloros

9.5.16



Jorge Luis Borges apuntaba: «todo poema, con el tiempo, es una elegía». Y todo poeta termina por ser un plañidero.


Altos vuelos

8.5.16



La madre se lo tenía dicho, que no jugara con el niño. El padre siempre hizo caso omiso. Al principio sujetaba al bebé con sus largos brazos y lo subía a la altura hasta donde podía extenderlos. Después comenzó a lanzarlo por el aire hasta la altura del techo de la casa y el bebé sonreía.

Para no desentonar con lanzamientos anteriores, en la calle lo soltaba con fuerza hasta la altura de la farola y así prosiguió hasta alcanzar el tejado de la casa. El bebé sonería.

Ante la protesta de la madre viajó hasta Italia y lo proyectó hasta la altura de la torre de Pisa y cuando cayó lo recogió con certera precisión y seguridad. 

Repitió su proeza en París, ante la torre Eiffel, en Shanghái junto al rascacielos que lleva este nombre y en el edificio Burj Khalifa hasta alcanzar sus 828 metros de altura, no sin el ¡ay! contenido de la madre hasta que el bebé —que sonreía— regresaba a los brazos de papá.

En el último lanzamiento, el padre reconoció que se le fue la mano. Ahora el bebé sonríe desde la Estación Espacial Internacional.