Aplomo

18.12.13



¿Es la serenidad producto de aceptar el desasosiego?



Desde el puente

17.12.13



—Me maravillo de lo que he conseguido no ver.
—Tan importante como lo que se vio.
—A falta de saber, escribo.
—Y duerme tan tranquilo.
—No me remuerde la conciencia, sino estar consciente.
—Eso es quererse a sí mismo.
—El hombre es un egoísmo mitigado por una indolencia. 
―En eso se resume.
—Odiamos lo que casi somos. 
―¿Y qué somos señor Pessoa?
—Somos avatares de la estupidez pasada.



Flotabilidades

16.12.13



Alguien me señala, con cierto halo de amargura, que la vida es un asco. Sin quitarle la razón, le digo que si nadamos entre tanta porquería no es para no ahogarnos, sino por mantenernos a flote el mayor rato.



Visión

15.12.13



El espejismo de su sonrisa le hizo creer que era una mujer real.



Beodos

14.12.13



Señala Voltaire que «buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una». Y como tales no acertamos dar con ella.



Añadidos

13.12.13



Diágoras Melos, filósofo atomista, defendió como misión que «al dolor del mundo no se debe sumar ni un ápice más de sufrimiento». Y es necesariamente ese un destino humano, el no colmar el vaso del dolor más allá del que nos provee la naturaleza.



La nuez

12.12.13



Mientras pelaba unas nueces en la cocina no dejaba de pensar en una noticia catastrofista que anunciaba el fin de Internet para 2014. No se trata de una de esas previsiones locas que suelen hacer los augures fraudulentos cuando acaba el año, sino el pronóstico de un experto de la empresa rusa de seguridad informática Kaspersky Lab.
Al abrir una nuez y ver su interior, que me recuerda un cerebro, me viene el símil a  la cabeza de que Internet se parece a una red neuronal y forma un gran órgano de pensamiento, conocimiento e información, y mi cuchillo al desmembrar la carnosidad del fruto, el método que anuncia este especialista informático de trocear en redes nacionales independientes, con acceso limitado a los recursos extranjeros, las conexiones. 
Al poder le incomodan las nuevas tecnologías porque lo evidencian y hará todo lo posible por romper la cáscara de la nuez y comerse su interior



Responsabilidad

11.12.13



¿A qué compromete la indiferencia?



Encuentro en la vieja escuela

10.12.13



—En los liceos de Condorcet y Fénelon no tienen buen recuerdo de usted.
—La juventud sabe lo que no quiere antes de saber lo que quiere.
—Por eso no consiguieron entender lo que era.
—Lo que los demás rechazan de ti, cultívalo. Eso eres tú.
―Pero eran sus maestros...
—No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría.
—Y dónde ponemos los límites.
—El tacto en la audacia es saber hasta dónde se puede ir demasiado lejos.
—Eso ayuda pero no es suficiente.
—Plantearse los menos problemas posibles es la única manera de resolverlos.
—A veces llegan solos.
—No se puede ser indiferente ante la contaminación interior del hombre.
—Ni renunciar a una cierta sensibilidad al arte o la poesía.
—La poesía es indispensable, me gustaría saber para qué.
—Esencial para los poetas.
―El poeta es un mentiroso que siempre dice la verdad.
—Y por ello llega más lejos.
―Lo consiguieron porque no sabían que era imposible.
―Le veo hoy algo negativo.
―Mi pesimismo no es sino una variedad del optimismo.
―Un optimista es más egoísta que un pesimista.
―Un egoísta es aquel sujeto que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tú te estás muriendo de ganas de hablar de ti.
—Se estará labrando su futuro.
―El futuro no pertenece a nadie. No hay precursores, sólo hay rezagados.
―Quizás sean más felices.
—Es muy difícil hacer bella la felicidad. Una felicidad que sólo es ausencia de desdicha es cosa fea.
—Como la vida, señor Cocteau.
―La vida es una caída horizontal.




Drogadicción

9.12.13



En la dopamina de la creatividad, la escritura incesante que impide el desaliento.



Infidelidad

8.12.13



Fue víctima de una ilusión que lo engañó con otra.



Paternidades

7.12.13



François Rabelais dijo que «el tiempo hace madurar todas las cosas. Mediante él, todas se hacen evidentes. El tiempo es el padre de la verdad». Y nosotros los hijos de su mentira a los que solo la muerte les hace madurar.



Sanaciones

6.12.13



El médico Filistion, discípulo de Hipócrates, aseguraba: «prevenir lo que nos enferma más que curar lo que nos mata». Desde que la salud se reveló como negocio, la enfermedad dejó de tener importancia.



Espiados

5.12.13



Nos espían. Vigilan nuestros anhelos de felicidad, nuestras pequeñas conspiraciones y confesiones íntimas. El momento tenía que llegar, no el de ser observados, sino ese otro de ser conscientes de que lo hacen. El escándalo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense lo ha puesto de actualidad. 
Ya sabemos que todo ingenio humano tiene sus dos caras y las nuevas tecnologías son muy tentadoras para ello. Ahora está en saber cómo defendernos de esa amenaza para la que se empiezan a conocer algunas soluciones.



Capacidades

4.12.13



¿La falsedad es una forma de talento?



Una tarde en el museo

3.12.13



—Señor Rostand, ¿cree en la amplitud de miras? 
—Tener espíritu abierto no significa tenerlo abierto a todas las necesidades. 
—Ni hacerlo cuando se tenga razón.
―Consiente en ceder cuando tengas razón, con tal de que sepas ser intransigente cuando estés equivocado. 
—¿Y eso no es desesperante?
―Más allá de la desesperación hay algo que tal vez no es exactamente resignación.
—La resignación ante las pérdidas.
―No se puede amar con perfección sino lo que se ha perdido para siempre.
―Está en la naturaleza humana.
―Rehúso discutir con los que siento menos sensibles a la verdad que yo. 
—De esos hay grana variedad.
 ―Nuestra psicología se construye sobre pocos seres: elegid bien al que se ama o al que se odia.
—La polarización del sentimiento.
―Cuántos ruidos inútiles deben hacer un hombre para llegar hasta un corazón secreto... 
―...que ama silente.
―Se cree uno feliz cuando cree dirigirse hacia lo que cree amar.
―La felicidad, ese dulce espejismo.
―Después de cada infortunio se efectúa en nosotros como una extraña muda del alma.
—La piel del corazón es la que mudamos,
—Estamos frustrados en nuestra carne de todo lo que ha soñado nuestro espíritu.




Régimen carcelario

2.12.13



El laberinto de la existencia sólo tiene una salida y está encerrada en sí misma.



Espectro

1.12.13



El fantasma sintió un escalofrío cuando se le apareció aquel humano.



De ganancias y pérdidas

30.11.13



«Deporte: yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara», señaló Jorge Luis Borges. Admirado maestro, ese juego está ya inventado: es la vida.



El canal

29.11.13



Los baños de los chicos realengos fueron toda una lección de vida. Al llegar al canal muchos estaban desnudos y otros aparecían con unos calzoncillos blancos mojados. Se zambullían en las aguas claras de la conducción trazadas de verdín en las paredes y volvían a salir fuera a tomar el sol. Algunos de nuestra pandilla les imitaron y se despojaron de sus ropajes ante el reto de meterse en el agua. Tras saltar al canal, aguantaban bajo el agua largo rato mientras braceaban un trecho hasta que sacaban la cabeza para respirar, o sin moverse del mismo lugar permanecían inmersos mientras que los de fuera coreaban los segundos contados bajo el agua.
Los admiraba no sin temor infantil. Pensaba en un accidente bajo del agua, más aún cuando se acercaban hasta un estrecho tubo por donde desaguaba el canal hasta atravesar un alto viaducto. 
Los continuados regresos al lugar me proporcionaron la confianza de bañarme siempre que no estuvieran delante aquellos chicos salvajes, sólo rodeado del pequeño grupo de amigos.
Entonces perfeccioné la inmersión reteniendo la respiración y abriendo los ojos. Nunca pensé en esos momentos que esa idea perturbaría a mis padres, ni que estaba en su catálogo de preocupaciones. Era dichoso nadando en aquel canal de riego, tomando el sol desnudo sobre el acueducto entre las risas y las bromas de mis amigos. La vida la decoraban entonces la diafanidad y la simpleza.
Un día a la hora del almuerzo papá nos sermoneó sobre los baños en el canal a mi hermano y, sobre todo, a mí. Era peligroso jugar allí y no volvimos, hasta este momento que el recuerdo me arrastró de nuevo a ese lugar.