Incapacidad

7.3.11



Cuando escribo reír evoco la risa pero no me río. No puedo anotar la palabra llanto mientras lloro porque las lágrimas me nublan la escritura. Ni cuando estoy alegre consigo escribir alegría porque el júbilo me impide estar sujeto a una silla. La escritura me incapacita vivir el instante de los sentimientos que sólo cuando son cadáveres puedo velar sobre el papel.



Espíritu maligno

6.3.11



El bebé lloró toda la noche de hambre y murió al amanecer. A Munashe, una joven mujer zimbabuensa, el llanto se le quedó dentro y enloqueció.



Desquite

5.3.11



Jean de la Bruyère opina que «sólo los que actúan bien merecen ser envidiados, sino hubiera todavía una alternativa más válida, que es hacerlo mejor que ellos: es una dulce venganza contra los que nos provocan esos celos.» Ojalá la vida se superara sólo por tan nobles estímulos y no como ocurre por sus contrarios cuando son los malos modelos quienes atraen mayor imitación.



Diacronía de la soledad de fondo

4.3.11



Dicen que en el Universo existe una radiación de fondo que cuenta la historia del prototiempo. Es el mismo eco lejano que acompaña a los seres humanos en su soledad intransferible y dolorida.



Lluvia de información

3.3.11



A medida que la tecnología ha permitido acrecentar la cantidad y velocidad de transferir información, el tamaño estándar tiende a condensarse en pequeños fragmentos de texto que caen sobre nosotros como gotas de fina lluvia.
Lo confirman investigaciones como la efectuada por un equipo de científicos de la Universidad de Berkeley, quienes auguraron que para el año 2003, los seres humanos habrían generado 57.000 millones de gigabytes de información digital, o lo que es similar al conjunto de palabras proferidas por las personas que han poblado el planeta desde que comenzaron a hablar. Como los aumentos en generar información son exponenciales, a fecha de hoy es posible que esos números se hayan multiplicado por más de un centenar de veces.
Ante tales magnitudes sólo se puede acceder a una ínfima parte de la información dejándose mojar por esas pequeñas gotas de lluvia.



Limitación

2.3.11



¿La propiedad intelectual es impropia de la era del conocimiento?



Mercado

1.3.11



—Buenos días ¿qué le pongo?
―Unas páginas webs poco hechas.
―Mire qué buena pinta tienen estas. Se las dejo a buen precio.
―Y los bytes, ¿están frescos?
―Esos de ahí cayeron, anoche mismo, en las redes sociales.
―Está bien póngame cuarto y mitad.
—¿No se lleva algún giga?
―No sé...
―Están bien alimentados, este de aquí se ha comido miles de palabras.
—Vale igual puedo hacer una novela para cenar.



Escolios de Internet

28.2.11



Para salir del paso invento cada noche una excusa tantas veces rematada en dislate. Son apuntes en los márgenes del sistema, perfectamente adaptados al ritmo de una escritura conformada en el verso, el aforismo, el microcuento y el tweet. Y nada tendría sentido sin tu complicidad lectora.



Paladar quemado

27.2.11



Atravesó la pared y, sin decir nada, se sentó a la mesa como uno más. Ningún comensal le advirtió que la sopa estaba muy caliente.


Talento

26.2.11


Para el filósofo inglés Thomas Hobbes, «de la igualdad de habilidades surge la igualdad de esperanzas en el logro de nuestros fines.» Y de empatar lo uno con lo otro brota la maestría en el vivir.

Sin miedo

25.2.11



La primera victoria en la escritura es dar cuerpo a las palabras porque el fracaso es un espacio vacío. Tras ello no hay más derrotas.



Contagios

24.2.11



Si la pasión, la risa y la inspiración son contagiosas hasta infectarnos de un estado de ánimo determinado, como defiende la educadora india Kiran Bir Sethi, no lo son menos sus contrarios por igual. El equilibrio del mundo en un vasto desierto lleno de nada.



Forzamiento

23.2.11



¿Obligarse al cariño es un mal hábito?



La consulta

22.2.11



―Doctor, no me encuentro bien.
―Dígame qué le ocurre.
—Me noto pesadez en la escritura.
—¿Síntomas?
―Dolor de verbos, vómitos de adjetivos y cólico de sustantivos.
―¿Se nota algo más?
—Sí a veces los adverbios me dan espasmos y los complementos directos me marean un poco.
—¿Las metáforas, metonimias y sinécdoques qué tal le sientan?
―Bien, no tengo problemas. Algún que otro anacoluto, alguna anáfora, un quiasmo o puede que un retruécano, me han podido caer mal.
—Nada eso es propio de la edad.
—¿Cree que habré leído algo en mal estado?
―Puede ser. ¿Ha abusado de Pérez Reverte, Lucía Etxebarria, Vázquez Figueroa, Gala o Boris Izaguirre?
—Sí y también me pasé con Terenci Moix, José Manuel de Prada y Sánchez-Dragó.
—Vale entonces le voy a recetar los clásicos de siempre, unos versos para dormir y algún cuento después de las comidas.



Pulsión temporal

21.2.11



Vivimos en la breve edad extrema.



Domingo de minificción

20.2.11



Lunes no supo qué hacer aquella tarde de sábado llena de adolescentes díscolos y gente muy arreglada.



Precio

19.2.11



El antisiquiatra Thomas Szasz defiende que «cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima. Es por ello que los niños pequeños, antes de ser conscientes de su autoestima, aprenden más fácilmente.» La pérdida de inocencia tiene un alto precio aunque nunca igual al coste de no alcanzar la ilustración.



Graduación

18.2.11



Adiestrarse para el sufrimiento más que para cualquier otro acontecer. Los buenos momentos se doctoran solos.



La realidad cliqueada

17.2.11



La inmediatez es el atuendo diario del ser humano actual, el gesto cotidiano que lo identifica con exactitud. No hay calma ni espera, ausente la paciencia. El ser humano moderno se ejercita para que todo funcione con pulsar un botón y determinar su vida a golpes de clics.



Teoría de contrarios

16.2.11



¿Ser contradictorios nos hace inútiles?