Una atribución impropia y desmerecida colocó al escéptico Basílides, preceptor de Marco Aurelio, al borde de la distorsión histórica por su teoría estoica de la lengua. En cambio su reflexión del mundo le llevó a observar que la humanidad se redimirá cuando confluya en los límites naturales y retorne a la ignorancia, verdadera puerta de la modernidad. Si no a qué se debe que a mayor cantidad de información el mundo se mueva más en un oscurantismo cubierto de un barniz tecnológico.
Entidades incorpóreas
18.6.10
Una atribución impropia y desmerecida colocó al escéptico Basílides, preceptor de Marco Aurelio, al borde de la distorsión histórica por su teoría estoica de la lengua. En cambio su reflexión del mundo le llevó a observar que la humanidad se redimirá cuando confluya en los límites naturales y retorne a la ignorancia, verdadera puerta de la modernidad. Si no a qué se debe que a mayor cantidad de información el mundo se mueva más en un oscurantismo cubierto de un barniz tecnológico.
Sintaxis fragmentaria
17.6.10
Somos fragmentos de la sintaxis de Internet. Igual que el gran sueño del filósofo Thomas Hobbes expuesto en su ‘Leviathan’, donde una muchedumbre parece como un sólo cuerpo, ahora nos agrupamos como internautas según explica el periodista francés Jean-François Fogel, para quien «la ordenación de la información, la forma de organizar indexaciones y, por tanto, el control en cuanto a la circulación ciudadana por ella» tiende a «secuestrar a las grandes audiencias para hacerlas cautivas de sus regulaciones y contenidos vaciados, espurios.» Un gran organismo vivo formado por fracciones de vidas interconectadas y que parece respirar y vivir al unísono.
Estadística homicida
15.6.10
—Llegadas las épocas de mayor frío o calor del año se produce un mayor número de sucesos luctuosos.
—¿Y a qué se debe que haya más crímenes y actos violentos?
—La explicación viene dada porque en invierno la gente tiende a deprimirse, mientras en verano suele enloquecer.
—¿Así de fácil?
—Sí. El frío y el calor, de forma extrema, polarizan el comportamiento humano que, en su fondo, ya lleva impreso su desastre.
—Entonces todos esos crímenes no se producirían si aclimatáramos el mundo.
—Claro y qué piensas que es el efecto invernadero. Una forma de arreglar el loco mundo.
—Visto así el asunto, igual llevas razón.
Confines
14.6.10
«No escribimos sino en la extremidad de nuestro saber, en ese punto extremo que separa nuestro saber y nuestra ignorancia, y que hace pasar el uno dentro de la otra. Sólo de esta manera así nos decidimos a escribir», dejó dicho Deleuze. Un latido extremo, una modulación disonante, un perplejidad inasumible, también nos resuelve a la escritura, eso sí, no sin aturdimiento.
Fracaso
13.6.10
La polilla se paró en la pantalla del ordenador. Le miró a los ojos y dijo: «deja este cuento.»
Etiquetas: cuentos diminutos
Estoicidad
12.6.10
Acomódate un poco al mundo. Acomoda el mundo un poco a ti. Toda incomodidad al mismo se despejará.
Mitema
11.6.10
Ticio fue castigado por los dioses tras no controlar sus deseos. Dos buitres o serpientes comen, perpetuamente, su hígado, órgano donde reside la pasión humana según los textos antiguos. Si la vida mantiene como principal aliado esa exaltación, no sé por qué aún nacemos con vísceras. Debe ser que los dioses siempre ignoran la estrategia del mundo.
Temores
10.6.10
Si a lo que dice el director de Comunicaciones Globales y Asuntos Públicos de Google para América Latina, Alberto Arébalos, «a los diarios nos los va a matar el Internet. A los diarios los va a matar el aburrimiento», se le une que el consejero delegado de Apple, Steve Jobs, ha declarado «no quiero ver cómo descendemos a una nación de blogueros. Necesitamos el criterio editorial más que nunca», se suma que Elpais.com ha lanzado Eskup, una red social brotada del impulso y la conformación de la plataforma Utoi del muerto Soitu.es, y se advierte que proyectos, totalmente digitales, como The Huffington Post estén a punto de desbancar el mítico The New York Times, en sólo cinco años de existencia, se puede pensar, ante esta y otras amalgamas de situaciones que, en el negocio, colisionan viejos y nuevos intereses. Choque que acabará por dibujar un nuevo panorama de la comunicación, mucho más deprisa de lo puede apreciar el usuario de a pie.
Certezas
8.6.10
—¿Por qué dudas de mí?
—Porque eres la duda misma.
—¿Deberías dudar de la duda?
—Dudo que debería hacerlo.
—Si dudas de dudar acabarás sin dudas.
—Sin duda acabaré algún día.
—Acabarás.
—No lo dudo.
Trastornados
7.6.10
El sabio griego Epicteto manifestó, en cierta ocasión, que «no son las cosas mismas las que nos perturban, sino las opiniones que tenemos de esas cosas.» Y es por ello que en nuestra sociedad crece un polifónico canto de opiniones que forma esa masa coral que tratan de estropearnos el día con sus sermones.
Inasibles
5.6.10
El término griego akatalēpsia evoca el concepto de ‘inaprehensibilidad’. Esa incapacidad de aprehender la volátil existencia dada a un ser consumido por el tiempo.
Aromas
4.6.10
Hay olores pegados a la piel de la memoria, trazas invisibles de recuerdos perfumados que llegan desde la infancia, ese territorio mítico que nombra las cosas por primera vez. Aromas que permanecen inalterables en esa evocación. Los niños huelen a goma de borrar. Algunas mujeres a flores y otras a frutas: con especial intensidad recuerdo la guayaba, la violeta, el celindo y la flor del tilo. Son fragancias inequívocas y referentes en la memoria infantil, las castañas tostadas, el chocolate caliente, el alcanfor, el zotal. Y con persistente presencia, los guisos de la cocina.
Apocrifografías
3.6.10
Paul Watzlawick en un libro sobre comunicación, desinformación y confusión se pregunta en su título si ‘¿Es real la realidad?’, interrogación localizada fuera del ‘efecto’ Internet, un lugar que, como la marmita del brujo, sirve para caldo de cultivo de los más refinados ingenios de la mente. Dan cuenta de ello las webs dedicadas a proporcionar noticias inventadas o a dar cuerpo a informaciones falsificadas, que llegan a alcanzar cierta notoriedad.
La tentación de traspasar al otro lado del espejo donde se mueven nuestros álter egos o avatares o reflejos de la personalidad cotidiana, instiga a fabricar historias y personajes irreales que adquieren vida en este quimérico mundo virtual y salpican este lado.
Aunque habrá quien se lleve las manos a la cabeza cabe recordar que el gran Borges fue un maestro fabulador en inventariar personajes apócrifos y, quién sabe, si hasta una diminuta bitácora como esta no se haya contagiado igualmente del fenómeno en alguna ocasión.
Internamientos
1.6.10
—El paso posterior al nacimiento es la guardería.
—Y el anterior a la muerte es la residencia de ancianos.
—Entremedias nos integramos en un centro de trabajo.
—O en una red social.
—O en un club de amigos.
—La cuestión es mantener la contradicción permanente.
—Aunque la mayor cárcel es la cabeza.
—Claro, ya me dirás por qué estamos aquí.
—¿En este internamiento psiquiátrico?
—No, hombre, en el blog de este individuo.
Torpezas
31.5.10
El antropólogo francés Edgar Morin apuesta porque «si tu pasado es experiencia, haz del mañana sentido común.» Ni una ni otro parecen, hasta el momento, haber redimido al género humano de reincidir en sus calamidades.
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