Esplín

27.4.05


A veces me pregunto si no me estaré perdiendo algo en otro lado.

Disyuntiva

26.4.05


La fidelidad o la honestidad ¿qué va antes?

Sexualidad humana

25.4.05


Un estudio realizado en la Universidad de Michigan afirma que las relaciones sexuales esporádicas mantenidas fuera de la pareja habitual, alimenta el deseo de quien las practica de tal forma que hace menos rutinarias aquellas que le son propias. Una amiga me comenta que esa conclusión es un pensamiento típicamente masculino, mientras un amigo me pregunta si no habremos recibido una educación moral y afectiva en contra de nuestra naturaleza.

Dibujo de agua

24.4.05


Lloverá.
Y la lluvia traerá
hilos de agua a la memoria.
Traerá días tan líquidos
como lágrimas en el mar
y un exceso de humedad en los labios
que luego formularán besos mojados.

Día del lector

23.4.05


Nadamos en la abundancia de libros publicados. Cada día surgen del orden de unos mil nuevos escritores. Las editoriales –sobre todo las multinacionales- temen por Internet, no porque esta nueva herramienta vaya a acabar con la escritura, sino porque les va a finiquitar el negocio o, cuanto menos, a mermar las ganancias, ya que los nuevos escritores pasarán de la servidumbre que una editorial impone, y como dicen algunos: Internet tiene las puertas, y las ventanas, abiertas.

En cambio, ay de los lectores. De lectores andamos necesitados, porque si cada día lee menos gente y hay más escritores que se dedican a leerse a sí mismos, el lector va a ser, es ya, una rara avis. Por eso pido que se den los premios a los lectores y no a tanto escritor vanidoso, académico, engreído, servil, acomodado, mediocre…

Día del libro no, Día del lector.

El beso

22.4.05


Llovía sobre el silencio de la noche coja con mansedumbre y delación, en una noche de mayo cuando todas las puertas se han cerrado. La tormenta del miedo que auscultaba entre los borradores de los sueños, se hacía fuerte y jadeaba. El tiempo era un misterio envejecido como un vino añejo. Entonces la besó en la boca. La besó con un beso apasionado y definitivo mientras su mano derecha agarraba la nuca que tapaba una ondulada melena pelirroja de reflejos oscuros desplegada en el aire de la noche. Sabía que la perdía, que ya la estaba perdiendo desde esa noche desangelada. Sara no entendió el porqué de aquel beso, ni el titilar de las estrellas que asomaban en el silencio como puntitas de cristal, ni la mirada extraña del transeúnte que cruzó aquel instante. Una lágrima andrógina se deslizó por la mejilla de Esperanza mientras recordaba la última escena de la película Thelma y Louise.

País

21.4.05


Mientras el uso de Internet es casi un artículo de lujo el Estado subvenciona la fe.

Cambio de tradiciones

20.4.05




Antes las familias se reunían en las celebraciones y en los entierros. Ahora se congregan con mayor facilidad en las puertas de las notarías. El progreso no empuja algunas veces a la desolación.



El partido

19.4.05


Quiero pedir un tiempo muerto en mitad de la vida.

Indicadores económicos

18.4.05


En mi ciudad han aumentado, considerablemente, de un tiempo a esta parte, los concesionarios de coches, las peluquerías de señoras, los clubes nocturnos con mujeres rubias venidas del Europa del Este, los supermercados, los bares y las inmobiliarias. También los pacientes que acuden a Salud Mental con trastornos de ansiedad y depresión.

No cabe duda que somos una sociedad opulenta.

Dominical

17.4.05




Me llamo Fina, tengo tres hijos. Me casé muy joven embarazada y ahora trabajo en una empresa de limpieza en la que también lo hace mi marido. Hoy domingo me he levantado temprano. Todos duermen. Al ir a lavarme la cara he notado que un puntito negro afeaba mi piel. Mientras me revisaba el cutis he pensado que no estoy tan mal para mis veinticinco años.

Me he preparado un café cargado y me he sentado en el sofá para desayunar tranquila mientras veo la tele. De repente un anuncio me ha hecho sentirme mal. Una chica, que podría tener mi edad aunque mejor cuidada porque debe ser modelo, ha hecho igual que yo delante del espejo y tras mirarse durante unos segundos ha aparecido un rótulo que decía: «Mientras unos se miran al espejo, 40 millones se mueren de hambre». Manos Unidas.

Me he sentido mal. He agachado la cabeza y he comenzado a leer en una revista. La reina de Jordania «debe hacer hueco en su apretada agenda para coger el jet y visitar Nueva York, Roma y París. Allí la esperan con expectación los directores de las marcas más exclusivas, que se disputan el honor de contribuir a su fondo de armario: Ralph Lauren».

Me he sentido peor.



Economía de mercado

16.4.05


La justa. La injusta.
La que angustia a la gente corriente
para llegar a final de mes.
La verdadera y cruda economía
que cuenta, en céntimos o en euros,
cada gramo de tiempo perdido.
La horrorosa cantidad de vida
arruinada
en la sumas y restas del bienestar.

Conocimiento

15.4.05


No tiene tanta importancia saber de dónde venimos ni saber adónde vamos, como el saber en dónde estamos y en qué.

Aritmética cotidiana

14.4.05


Hay días de más y días de menos.

Duelo

13.4.05


He necesitado cien años
para pensar tu muerte
y que me duela tu ausencia,
inútilmente.

Física cuántica

12.4.05




Si se arrojara una Enciclopedia Británica a un agujero negro ¿desaparecería la información de todos los ejemplares?



Suave septiembre

11.4.05


Las playas de septiembre
están llenas de equívocos
de rumores de sal y sueños de algas
y de soles como carne de membrillo.

Las mudas de la piel

10.4.05


Sé que no soy el mismo del domingo pasado
ni soy el que mañana lunes irá a trabajar,
porque vamos dejando las mudas de la piel
como quien se desnuda de sus prendas más íntimas
y echa a la ropa sucia aquel que fue.

¿Otra equivocación?

9.4.05




El acierto no es más que una persistencia en el error.



Viaje en tren

8.4.05


Subí sin darme cuenta una mañana
no sé si luminosa ni sé
si era de octubre o si era de abril.
En la memoria no guardo fechas,
sólo un álbum de fotos imperfectas.
Y comenzó el viaje que parecía lento
y lejano el final de aquel trayecto.
La estación de partida era una fiesta
porque aceleraba mi corazón
y la impaciencia me hacia imaginar
otros lugares.

Al final del camino ya nada se detiene
y ves pasar las estaciones
como quien ve caer la lluvia
tras el cristal
y tiene miedo a mojarse
porque sabe del dolor y del placer
de estar calado hasta los huesos.