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Amanuense

3.4.21



Cuando era joven solía repartir, entre mis compañeros de clase y colegas de escritura, mis primeras composiciones literarias manuscritas al principio y mecanografiadas después, unas veces cosidas y otras solo grapadas. Ahora vuelvo a esa práctica por el mero placer de escribir a mano y hacer un regalo personal, lejos del volumen de negocio de las editoriales.



Salvajes

13.3.21



Aconseja Lawrence Ferlinghetti: «No se doblegue ante los críticos que no hayan escrito grandes obras maestras». Desconozco si existen enjuiciadores que hayan producido escritura genial y si los hubiera tampoco habría que subyugarse, porque el territorio de la creación es el marcado por una vida interior libre, indómita y salvaje.



Aventureros

20.2.21



Para Derrida «Todo poema corre el riesgo de carecer de sentido y no sería nada sin ese riesgo», contingencia extensible a toda escritura que carezca de un seguro a todo riesgo.



Modal

30.1.21



Flaubert recomendaba: «Sea metódico y ordinario en su vida, para poder ser violento y original en su obra». Parece tan juicioso poner el piloto automático en todo aquello que es rutinario y poco creativo, ¿o quizás no? ¿No hay quien desde la observación de esa vivencia de lo más puramente frecuente y habitual es capaz de transformarlo en una obra de arte? Entiendo que todo lo que sea un lastre hay que soltarlo, pero a veces es tan inspirador un hundimiento.



Melopea

18.1.21



Con la escritura me ocurre como a las personas alcohólicas con el alcohol que, a pesar de saber que la bebida las está matando, no pueden dejar de beber. Luego está el delirium tremens que es la producción de lo escrito, la alucinación de lo creado y, al final, la terapia de grupo que es cuando lo das a conocer. 



Sistémico

11.1.21



Alguien me preguntó en una ocasión qué proyectos tenía ideado escribir. Le respondí que escribir es un todo sin límite en los formatos: se escribe allí donde hay una oportunidad de fijar la palabra y crear historias, aforismos, poemas. Escritura es todo. Aún recuerdo cuando escribíamos versos y fragmentos de canciones en los muros de los edificios, en las servilletas de papel de los bares o en los baños de los pubs más oscuros. Escribir es reivindicarse desde el junco hasta el infinito.



Albura

2.1.21



Una hoja o una pantalla en blanco nunca es un páramo ni un espacio de soledad, al contrario, es una provocación para contar historias, una invitación a escribir poemas, a dibujar personajes y a relatar juegos de la imaginación, para plasmar todo lo sentido y lo que llevamos dentro.



Mujeres escritoras

17.11.20



La arqueología de la escritura revela que quienes la practican mantienen una deuda con los libros leídos, las experiencias vividas, los momentos sentidos y las voces escuchadas que, al igual que un bordado en un pañuelo blanco, dirigen sus puntadas para ir dibujando un poema o una narración. Entre las últimas hay anónimas féminas que con su oralidad han ido contando el relato de la vida. Con nitidez recuerdo la voz de mi abuela refiriendo sus historias. Ella, como tantas mujeres, también es escritora: mis manos son su pluma y mis recuerdos escritos sus cuentos.



Referentes

13.11.20



El crítico literario Hugh Kenner afirma que «escribir es en gran medida citar; citas con energía renovadora, como hace el ciclotrón al aumentar la de las partículas que por él circulan». Desde la grafía inicial hasta el bit, la narración de la escritura ha sido un incesante citar.



Expiración

18.9.20



En la muerte de la escritura muere también quien la escribe.



Efímeras palabras

7.7.20




Escribe Irene Vallejo en El infinito en un junco: «no había ningún afán de autoría: los poetas amaban la herencia del pasado y no veían razones para ser originales si la versión tradicional era bella. La expresión de la individualidad pertenece al tiempo de la escritura; por aquel entonces, el prestigio de la originalidad artística estaba en horas bajas». Disolverse en la palabra, improvisar sobre lo ya escrito, dejar que las historias ocupen toda la pantalla: Internet es el gran bardo de la modernidad virtual.




Trastornado

8.5.20



Escribir es dar la palabra a la multitud de personajes que nos habitan.



Solazados

22.2.20



Si me inquieto mucho al escribir este texto, por ejemplo, sospecho que no me divierto. Y eso no me sienta bien. Sin la misma vocación lúdica que un niño pone en explayarse en el juego, sin la satisfacción de mezclar las palabras con las ideas igual que si te embadurnaras con el tarquín de las acequias y los balates, esta tarea apenas habría que tenerla en cuenta.



Apnea

23.12.19



Escribir es como aprender a nadar bajo el agua, una vez que te acostumbras ya no te ahogas.



Restringidos

4.12.19



La única escritura sin condicionamientos es aquella que se realiza para uno mismo.



𝙋𝙤𝙨𝙩 𝙨𝙘𝙧í𝙥𝙩𝙪𝙢

23.11.19



Recuerdo que leí que un mártir que fue decapitado recorrió varias poblaciones con la cabeza bajo el brazo hasta llegar a una última donde fue enterrado, hoy lugar de culto. Hay guerreros, como el Cid, que ganaron batallas después de muertos. No conozco, en cambio, obra póstuma que haya sido escrita desde ultratumba. Nos podemos morir escribiendo, pero nadie escribió nada después de muerto.



Un bosque de papel

28.10.19



Escribo abedul sobre el alma blanca del abedul. Reposo mi mano y dejo fluir el alma negra de la tinta para que escriba abedul en cursivos grafismos. Y el abedul me agradece que anote su nombre sobre la sábana blanca que ahora es. Y escribo chopo, cuando pongo una palabra en este espacio en blanco para que brote el recuerdo de sus hojas y amarillee su corteza. Y me da sombra roja la picea, el pino verdes punzadas, el abeto y el alerce su blandura, el eucalipto manchado y lechoso el abedul. Y escribo un bosque de palabras que repueblan esta desforestación para el ecosistema lector y poblamiento de letras.



Textuales

26.10.19



El deseo de cualquier persona que escribe debería ser el de confundirse con su escritura, ser texto en vez de autor.



Luz

8.10.19



A veces me gustaría ser un profeta poético. Subir hasta la montaña y, en soledad, esperar que el dedo deífico me iluminara con su omnisciencia. Luego bajar con unos versos tallados en piedra para hacer ley de la Poesía admirada por todas las personas que esperan. Y nunca lo consigo porque soy de los que me caigo y tropiezo en el charco de los días, en los atascos y las urgencias, en los desasosiegos y los choques personales con mis iguales, en las frustraciones y en los sueños desplomados. Y me levanto y grito en el desierto, y me rehago y me arrastro por estos renglones que no son torcidos ni derechos, y se escriben sobre mi hecho, en ese espejo inverso que es el deseo por entregar algo sincero, surgido del bajo vientre del corazón.



Calificaciones

11.7.19



Cuando alguien trata de adjetivar mi escritura le digo: Yo escribo. Solamente eso. Y en 𝘦𝘴𝘰 siempre estamos de acuerdo.