Día 14
Los niños de Qiang juegan en el rompeolas. Qiang los mira mientras siente la extrañeza de ser padre, de saberse en otros cuerpos distintos a su cuerpo, tan próximos y a la vez tan lejanos.
Escuchó la vieja leyenda de que un padre es como un árbol al que le crecen ramas, a cuyas hojas le nacen alas para ser pájaros que se alejan.
Hijos, suyos, cuando él apenas ha dejado de ser el hijo amado de su padre que, igualmente, lo miraba desde la extrañeza de comprender a su hijo.
Qiang se sabe padre no porque haya razonado la descendencia de su biología, lo sabe por el constante zumbido de la prole que revolotea a su alrededor, entre necesitados y autosuficientes, aunque nunca conscientes de que el vuelo alcanzado fue impulsado desde un corazón vegetal.
Los niños van y vienen con las olas como estas mañanas certeras de verano. Lo siente tan dentro de sí que le duele no estar con ellos cuando él ya no esté, cuando no pueda fijar más su mirada en los ojos de los niños y hablarles con palabras que surgen de la savia del corazón.
Tomo el sorbo refrescante de una bebida y suspiro, igual que Qiang, ante el suspense de la vida.
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Vacaciones en el mar de China
14.8.19
Etiquetas: Qiang
Vacaciones en el mar de China
1.8.19
Día 1
Una línea azul parte el jade horizontal entre el cielo y el mar. De pronto he sentido lo reconfortante que es respirar este aire salino, este brillo de luz tan vertical.
En mi primer paseo, he conocido a Qiang, un albañil de la antigua Gran Muralla, hombre de trato áspero, empeñado en contravenir cualquier trazado urbanístico que no se ajuste al canon de su amurallada mente.
Al atardecer miro un cielo filatélico donde aparecen pegadas algunas las estrellas mientras el mar respira.
La perspectiva del mundo cambia según el punto de fuga.
En mi primer paseo, he conocido a Qiang, un albañil de la antigua Gran Muralla, hombre de trato áspero, empeñado en contravenir cualquier trazado urbanístico que no se ajuste al canon de su amurallada mente.
Al atardecer miro un cielo filatélico donde aparecen pegadas algunas las estrellas mientras el mar respira.
La perspectiva del mundo cambia según el punto de fuga.
N
del A.- Hoy comienza un viaje que hará cambiar la piel de este blog. Durante el
mes de agosto su hilo narrativo contará unas vacaciones al otro lado del espejo
de la realidad. Espero que lo disfruten junto a mí.
Etiquetas: Qiang
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