Vacaciones en el mar de China

1.8.19

Día 1 

Hoy han comenzado mis vacaciones. Este verano he decidido ir al mar de China. Pensaba que estaba muy lejos, pero ha sido abrir la puerta de mi casa y lo he encontrado ahí, parado frente a mis ojos, contemplativo.

Una línea azul parte el jade horizontal entre el cielo y el mar. De pronto he sentido lo reconfortante que es respirar este aire salino, este brillo de luz tan vertical.

En mi primer paseo, he conocido a Qiang, un albañil de la antigua Gran Muralla, hombre de trato áspero, empeñado en contravenir cualquier trazado urbanístico que no se ajuste al canon de su amurallada mente.

Al atardecer miro un cielo filatélico donde aparecen pegadas algunas las estrellas mientras el mar respira.

La perspectiva del mundo cambia según el punto de fuga.







N del A.- Hoy comienza un viaje que hará cambiar la piel de este blog. Durante el mes de agosto su hilo narrativo contará unas vacaciones al otro lado del espejo de la realidad. Espero que lo disfruten junto a mí.

4 apostillas:

mailconraul dijo...

Todos los mares son el mismo mar.

Albada Dos dijo...

Viajar sin tomar tren ni avión alguno. Qué fácil puede resultar.

Un abrazo

Joselu dijo...

Todos los mares son el mismo mar, pero cada mar es distinto a los otros. ¡Qué envidia generosa tu viaje que tal vez nos cuentes literariamente, como debe ser! Las palabras son más poderosas que las imágenes.

Juan Poz dijo...

¡Tráenos naranjas de allí, por favor...!