Trayectos

12.2.19



No sé si perdí o si gané, solo sé que llegué.



4 apostillas:

Juan Poz dijo...

¡Nos llegan a todos!

mailconraul dijo...

Algunos ni siquiera sabemos cuándo llegamos.

Joselu dijo...

Palabras que podían ser dichas por un maratoniano. Y uno de ellos te ha comentado.

Joselu dijo...

No puedo terminar el día sin una apostilla a este aforismo o sentencia, que trata sobre la inceridumbre esencial a la condición de ser vivo. Todo el mundo llega, es inevitable e irremisible. Todos llegamos a la primera comunión, a la mili, al matrimonio, a la hipoteca, a los hijos, a la jubilación, a la decadencia y a la muerte. Probablemente todo lo que he escrito está desfasado porque ya no hay primera comunión ni mili ni matrimonio, pero lo seguro es que habrá muerte. Habremos llegado a pesar de vidas grises o dramáticas. El recorrido, fácil o difícil, lleva al mismo final. En eso podemos estar confiados los seres vivos, llegaremos sin poner mucho o poco esfuerzo. No hay nada que distinga una vida de otra: tenemoe en los ritos funerarios, doce minutos de esplendor en que se cita nuestro nombre dos o tres veces. Si uno es cursi tiene media hora con concierto de música clásica y parlamentos emocionados de los que nos recuerdan. Bah. Llegamos, claro que llegamos. No hay mucho mérito.