Sala de espera

23.11.10



El primer hombre dijo al ausentarse:
—La Seguridad Social llama vida laboral a la parte activa del trabajador. Motivo por el cual no habrá que hablar de jubilación sino de muerte laboral.
Después fue el turno de una mujer mayor y también habló antes de pasar su turno:
—Lo terrible de que algo se ponga de moda es que pierde su minúscula eternidad y pasa a ser un desecho pasajero.
A continuación fue un joven quien sentenció:
—Mi vida va por derroteros impensables, es decir por caminos donde no puedo pensar.
Cuando fue la vez de una pareja, ella se despidió diciendo:
—La ilusión por mantener el control de lo que nos rodea nos hace vivir el espejismo de la imprescindibilidad.
Por último un señor entrado en años, antes de pasar a consulta, defendió:
—El ansia de conocimiento es omnívora, lo devora todo.
Al final quedé yo, sólo, perplejo en aquella antesala, y no pude contarle nada a nadie.



5 apostillas:

hijoeputa dijo...

Lo importante es lo que hubiéras dicho con audiencia.

PazzaP dijo...

Pero al menos pude decirme a mí mismo: yo soy; que no es poco...

Juan Poz dijo...

O sea, que el psiquiatra es el primero que se fue...

V a v o dijo...

Me imagino la escena al borde de un acantilado.

Joselu dijo...

Me imagino la escena en la pista de un circo (parafraseando a Vavo).