El Flautista de Hamelin hizo sonar su flauta y todas las erratas le siguieron hasta ahogarse en el río de los correctores. Y nunca más hubo textos erróneos.
Paronomasia
19.4.09
El Flautista de Hamelin hizo sonar su flauta y todas las erratas le siguieron hasta ahogarse en el río de los correctores. Y nunca más hubo textos erróneos.
Etiquetas: corrector, cuentos diminutos, errata, error, Flautista de Hamelin, paranomasia
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6 apostillas:
Se puede escuchar el chapuzón de las erratas desde este país lejano.
'¿Correctores'? ¿De qué correctores habla usted?
Aunque todo sea dicho: le costó lograrlo un ratón (un rato bien grande).
Las erratas son erráticas -a veces erróticas y cirróticas- e impredecibles, donde menos te lo esperas, asáltante y te desesperas. Convivir con ellas y descubrir su lado creerrativo es un excelente principio vistal...
Quién pudiera ser El Flautista de Hamelin, para herrar todos los rectores sabiones en el fango de los horrores.
Me encantó el agregado de los links jajaja
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