—Mi fracaso está en haber triunfado en la vida —dijo el primer hablante.
—En cambio yo he dogmatizado mi fracaso y me veo como ganador de causas perdidas —habló el segundo interlocutor.
—Verdaderamente quien perdí fui yo que ni alcancé gloria de perder ni obtuve el triunfo de la derrota —argumentó la tercera persona.
3 apostillas:
El tercero muestra el destino más común de los seres humanos.
Ahí estoy yo, en el tercero. Besitos.
Creo que era Borges quien decía aquello de que hay una dignidad en el perdedor que el vencedor no podrá alcanzar nunca. Sin embargo, yo con el paso del tiempo voy descreyendo cada vez más de esa especie de poética del fracaso. Y no porque haya triunfado, ni mucho menos, sino porque me parece triste consuelo. En fin, un saludo :-)
Publicar un comentario