Las
personas que se dejan querer son poseedoras de un corazón esponjado.
Poliédricos
26.12.24
De
vez en cuando, me gusta sincerarme conmigo pero entonces me autodestruyo. Nunca
termino de empatizar con todos los personajes que me pueblan.
Etiquetas: aforismo, autodestructivo, personajes
Distanciaciones
25.12.24
Somos
como esas aves que vuelan en bandadas hasta perderse en el horizonte.
Etiquetas: aforismo
Sustanciales
24.12.24
Es
más que probable que nunca hayamos estado solos, ni completamente acompañados.
Etiquetas: aforismo
Deslizamientos
23.12.24
Que
todo sea fácil se ha convertido en una comodidad que nos arruina.
Etiquetas: aforismo
Espectral
22.12.24
Al
mirarse no encontró su reflejo. Y no, no es que fuera vampiro. Simplemente
estaba ante un espejo invertido.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Tacto
21.12.24
La
honestidad ante el mundo comienza en la honestidad propia.
Etiquetas: aforismo, honestidad
Inobedientes
19.12.24
No
hay que hacerle caso a nadie, en todo caso extraer de las equivocaciones el
conocimiento justo para avanzar.
Etiquetas: aforismo, conocimiento, equivocación
Rendidos
18.12.24
Ante
una persona amable solo cabe ser amable también.
Etiquetas: aforismo, amabilidad, amable
Amontonados
17.12.24
Llega
un momento donde las impresiones solapadas sobre otras previas nos otorgan un
profundo latido existencial.
Etiquetas: aforismo, existencia, impresión
Tal cual
16.12.24
A
las personas se las ama como son, sin correcciones.
Etiquetas: aforismo, amar, correcciones, personas
Chupasangres
15.12.24
Dorotea
arrastraba a diario su carrito de la compra por un itinerario invariable. Nadie
la vio nunca comprar nada en ninguna tienda o comercio del barrio. Su vecina
Adriana recelaba de ella y sospechaba que algo se traía entre manos. Bajo
aquella apariencia de mujer distraída y solitaria, latía algún asunto turbio.
Un día se plantó delante de Dorotea interrumpiendo su camino y la interrogó
sobre el contenido del carrito. Ella, con una tierna sonrisa, le contestó:
«cabezas». La palabra le rebotó dentro como si fuera un eco, mientras veía como
se alejaba la mujer. ¿Cabezas?, sería una asesina en serie que mutilaba los
cuerpos y los transportaba hasta un vertedero, pensó. Y de inmediato corrió
tras de Dorotea para pedirle más explicaciones. «¿Cómo que cabezas?», la
interpeló. «Sí, hija, cabezas de ajo, porque no sé si te has enterado de que,
con la llegada del buen tiempo, ha comenzado la temporada de vampiros y están
por todos lados».
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Catábasis
11.12.24
Si
has estado alguna vez en el infierno lo que menos esperas es poder salir de
allí.
Por los jardines de la serenidad
10.12.24
—Hace una tarde estupenda y aun así siento que
somos prisioneros en una botella de cristal cuyas paredes transparentes nos
hacen creer en la ilusión de la libertad.
—El sentido de la vida es que termina, y en su final encontramos su mayor verdad. No es la felicidad lo que buscamos, sino la intensidad; algo que ilumina la monotonía y el gris de los días. La vida es un resplandor fugaz entre dos oscuridades.
—Y
tanto que lo es, pero en ese intermedio entre una nada y otra nada, cuál es el
relleno.
—No
vivimos para nosotros solos. Vivimos en compañía, en la memoria, en el amor de
los otros. Cada uno tiene su propio tiempo, su propio ritmo, y la vida se
despliega en estos latidos. Lo importante no es lo que hacemos, sino lo que
sentimos mientras lo hacemos.
—Lo
que sentimos en toda su extensión.
—La
vida no es una cadena de episodios, sino una corriente de conciencia en la que
lo más trivial y lo más profundo coexisten. Los pequeños actos y las
percepciones fugaces son lo que realmente constituye la vida que es, a la vez,
aterradora y maravillosa. Solo necesitamos aprender a sostener ambas emociones
sin caer.
—Un
diccionario es una cárcel de palabras?
—Desde
luego, es posible atrapar las palabras y disponerlas por orden alfabético en
los diccionarios. Pero las palabras no viven en los diccionarios, viven en la
mente. La prueba es que, en los momentos de emoción, cuando más necesidad
tenemos de ellas, no encontramos ninguna. Y, sin embargo, allí está el
diccionario a nuestro servicio, con medio millón de palabras en orden
alfabético.
—Nadie
debería decirnos si la escritura es mala o buena porque no hay otro valor que
el placer de su creación.
—Escribir
lo que uno quiere escribir, es lo único que importa; y que eso importe por
siglos o por horas, es lo de menos. La tarea del escritor no es sólo registrar
lo visible, sino captar lo invisible, las corrientes subterráneas de pensamiento
y emoción.
—Y
algunas cosas más.
—El
escritor se dirige no solo al lector presente, sino al lector del futuro, a
quien le entrega la antorcha. Escribir es ese interminable intento de capturar
lo imposible. No hay nada más apasionante que sentarse ante una página en
blanco y crear algo que nunca ha existido. Escribo para comprenderme a mí misma
y al mundo que me rodea.
—En
su ensayo ‘Una habitación propia’, sostiene que una mujer necesita tener
ingresos y un lugar para escribir.
—Una
mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción.
Imagina lo que hubiera escrito Shakespeare si hubiera tenido una hermana igual
de talentosa que él, pero sin educación ni independencia.
—¿Y
el amor es una ilusión?
—El
amor no es solamente lo que das, sino lo que permite que otros descubran en ti.
El verdadero amor es el que se mantiene en equilibrio entre dar libertad y
sostener el corazón. El amor es más que físico; es el lazo de la comprensión,
de la imaginación compartida.
Etiquetas: aforismo dialógico, Virginia Woolf