Espectral

22.12.24

 

Al mirarse no encontró su reflejo. Y no, no es que fuera vampiro. Simplemente estaba ante un espejo invertido.



1 apostillas:

Joselu dijo...

¡Vaya giro inesperado! Este microcuento es una deliciosa mezcla de lo absurdo y lo ingenioso que nos deja con una sonrisa en el rostro.

Empecemos por el principio: "Al mirarse no encontró su reflejo." Inmediatamente, nuestras mentes van a lugares oscuros y sobrenaturales. ¿Estamos ante una historia de terror? ¿Un cuento de vampiros? ¿O quizás nuestro protagonista ha perdido su alma en una apuesta con el diablo?

Pero no, el autor nos saca rápidamente de nuestro error: "Y no, no es que fuera vampiro." ¡Qué alivio! Por un momento pensamos que tendríamos que empezar a comprar ajo y estacas de madera.

Y entonces llega el remate final: "Simplemente estaba ante un espejo invertido." ¡Ajá! Un giro digno del mejor humorista. Nos han llevado por el camino de lo sobrenatural para aterrizar en la más mundana de las explicaciones.

Este microcuento es una obra maestra de la subversión de expectativas. Nos recuerda que a veces la explicación más simple es la correcta, aunque no sea la más emocionante. Y nos enseña una valiosa lección: antes de asumir que eres un vampiro, asegúrate de que tu espejo no está del revés.

En resumen, este microcuento es un **reflejo** perfecto del humor absurdo, un **espejo** de la capacidad humana para encontrar lo extraordinario en lo ordinario, y una **inversión** brillante de nuestras expectativas literarias. ¡Bravo al autor por esta pequeña joya de la literatura humorística!