Miércoles de Ceniza

21.2.07


La primera vez que descubrí aquella sentencia me llamó la atención. Contaba pocos años de edad y, al entrar al camposanto, la pude observar sin entender qué significaba: «Polvus eris et in polvus reverteris». Si estaba en ese lugar, me dije, su importancia debería tener. Más tarde supe que anunciaba la única certeza irreductible. La única inalterada.

Hoy que entiendo su valor prefiero aferrarme, en versión libre, al verso que culmina un memorable soneto de Quevedo: «Polvo seré más polvo enamorado».

Desafecto

20.2.07


Cuando ya no se ama cuesta mucho romper.

El inmigrante

19.2.07


Aquel europeo llegó a África en una patera en busca de una vida mejor. Trataba de descontaminarse del estrés y, en contacto con la naturaleza, volver a respirar aire puro. Escapaba de un mundo decadente, opulento y agotado.

Lo detuvieron nada más pisar suelo africano por su elevada renta per cápita, sus tarjetas de crédito y sus papeles que probaban que venía de un mundo rico. Lo expatriaron en primera clase.

Agua bendita

17.2.07


La tuve de vecina hace muchos años. La mujer pasaba por un mal momento porque el marido la había abandonado. Se quedó con los hijos en casa: dos niñas y dos niños. El más pequeño apenas contaba un par de años.

Comencé a descubrir hábitos inusuales en su conducta. Pequeña rarezas como planchar de madrugada con la radio a todo volumen o gritar a todas horas. A veces la escuchaba pronunciar una retahíla de imprecaciones contra su pequeño vástago.

Un día me crucé con ella en el portal de la casa. Llevaba una garrafa de mediano tamaño en una de sus manos.

La saludé y me contó que venía de la iglesia donde había ido para que le bendijeran el agua que contenía la botella que transportaba.

Ante mi cara de asombro, la mujer me explicó que echaba el agua consagrada en la lavadora cuando hacía la colaba con la ropa de su niño pequeño. «Creo que está endemoniado», me dijo.

Culturista


Persona que práctica ejercicios mentales encaminados al excesivo aprendizaje de la cultura.

Frases de manejo cotidiano

15.2.07


«Entre unos y otro me vais a enterrar»
«No salimos de pobres»
«Me tienes frito»
«Pegas un viaje ahí que arde el agua»

Se puso a mirar cómo un bicho de amor recorría, enamorado, cada secreto guardado en tu ropa interior

14.2.07


Erótica.

Develación

13.2.07


Sobre el pecho de Yasuko se posó una mariposa. Con su mano cubrió el gesto alado y escuchó un tenue rumor de alas junto a su corazón. Imaginó la espuma de los besos en un mar de flores. Y cuando la joven sus dedos abrió sólo encontró, con fino polvo escrita, una palabra de amor.

Amores que matan

12.2.07



Recuerdo, ahora, una de las primeras lectoras fieles a esta bitácora. Regularmente dejaba comentarios casi a diario. Hallé en sus ‘post’ la recompensa necesaria para mi bitácora, entonces, casi huérfana de lecturas.

Un día me comentó que no colocaba el enlace de mi ‘blog’ en el suyo porque no quería compartir con nadie lo que yo escribía. Necesitado como estaba de formar parte de los anillos de amigos ‘blogueros’ que pueblan la red, encontré, en principio, egoísta y ridícula su decisión.

Sin embargo al reflexionar sobre el hecho, me di cuenta que aquello era un acto de amor. Igual que quien se tropieza con un tesoro y lo oculta a la vista de todos para que nadie se lo robe.

El sentimiento, a veces, tiene esa cadencia: ambicionamos sólo para nosotros aquello que queremos. Y es hermoso y brutal al mismo tiempo.

Frugales

11.2.07




Una pragmática medieval proclamaba que, en estados carenciales de comida, bebida, afecto, y sexo, las personas que se dedican a la creación literaria aumentan su producción artística, no sólo en cantidad sino en profundidad. Era como una especie de ayuno de los sentidos.

Pensaban que la saciedad conducía a anular la pulsión creativa sin más explicación y a falta de endocrinólogos. Es decir que el hartazgo de los sentidos puede conducir a los artistas a una profunda lasitud.



Malas noches




A la hora de ir a dormir nunca le digas a una persona insomne «buenas noches». Podría pensar que, desde tu posición de durmiente, no entiendes su tortuosa vigilia.



Dipsómana

10.2.07




Amelia, una mujer mayor, escéptica y vital, que charla conmigo cuando nos encontramos en esa ágora moderna que es el supermercado, me confiesa: «cuando pienso en todo el vacío que nos queda por delante me da por emborracharme de vida cada mañana».



Acertijo

9.2.07


Conozco a dos personas que ejercen una misma profesión. Una de ellas siempre ha jugado a ser funámbulo: mantenerse a flote esté quién esté y a cualquier precio. A la otra, en cambio, no le importa escorarse hacia un lado incluso si se hunde. La primera apostó por arrimarse a quien hiciera falta; la segunda por mantener sus ideas. La vida no les ha premiado demasiado a ninguna de ellas y sí les ha dado algunos reveses no demasiado graves.

A día de hoy una está rodeada de amigos, la otra sola. Pero cuál de las dos.

La escapista

8.2.07




Insatisfecha, horadó el muro de su realidad y escapó. Desde entonces vive en un blog —un lugar parecido a la infancia donde son plausibles los sueños—. A diario retorna y nadie se da cuenta que se ha evadido del mundo.



Reflejos

7.2.07


Un mono vio su imagen reflejada en un espejo. Al creerse otro comenzó a burlarse de él pero descubrió, con gran ira, como cada uno de sus gestos le eran devueltos.

Cuando el ser humano se descubre expuesto en su imitación agranda su esperpento.

Álgebra

6.2.07




–Doctor tengo un polinomio que no me deja dormir.
–La expresión de sus constantes y variables así lo confirman.
–¿Será dificultoso solucionarlo?
–Tras su estudio habrá que hacer una operación y ver el resultado.



Juegos de la memoria

5.2.07


Aquel hombre me saludó con tanta familiaridad que no dudé que me conocía. Durante un buen rato, que no puedo precisar, me contó cuestiones imprecisas y habló de personas sin mencionar nombre alguno. No quise interrumpirle por miedo a que se diera cuenta de su error y, tras su improvisada charla, se marchó.

Después dudé si, realmente, le conocía y lo había olvidado. O, simplemente, me confundió con otra persona. En ese momento recordé lo que el famoso filósofo de la antigua China, Chuang-Tzu, escribió en El sueño de la mariposa :

«Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu».

Recado

4.2.07


Mientras espero a que llegue el autobús urbano escucho el diálogo entre dos mujeres que se tropiezan en la calle.

–¿Tú eres la hija de Teresa?
–Sí, lo soy.
–¿Y existe Teresa?
–Sí que existe.
–¿Cómo está? Hace mucho que no la veo.
–Está bien.
–Dale un saludo de mi parte. Soy Estrella.
–Se lo daré.

En la vida debe haber un momento donde la realidad se convierte en un borrado de personas. Viven en el recuerdo hasta que alguien te confirma que desparecieron del dibujo material que forman los cuerpos.

Oferta de trabajo

3.2.07


Me cuenta mi amigo Javier que mientras miraba entre los ofrecimientos de empleo encontró la siguiente perla:

“Requisitos deseados: buena presencia, saber trabajar en equipo, con habilidades sociales desarrolladas y que tenga ganas de trabajar”.

–¿No es pa matalos? –me dice–. Sobre todo por la última exigencia.

Pensadores

2.2.07



La mente a veces se oscurece como si de la implosión de una estrella se tratara. Si no cómo explicar el fin de algunos pensadores de la llamada Escuela de París.
Deleuze, afectado por una grave insuficiencia respiratoria, se suicidó el sábado 4 de noviembre de 1995 lanzándose por la ventana de su apartamento de la avenida de Niel en París. Althusser murió en 1990 ingresado en un psiquiátrico después de haber asesinado a su mujer. Guy Debord se suicidó el 30 de noviembre de 1994. Nikos Poulantzas se lanzó al vacío desde el piso veintidós de la torre de Montparnasse. Y Foucault murió en 1984 víctima del sida.
Curiosamente, Cioran, un apologista del suicidio: «vivo únicamente porque puedo morir cuando quiera: sin la idea del suicidio, hace tiempo que me hubiera matado», murió en París, el 20 de junio de 1995, a los 86 años.