Sermón

El filósofo Idomeneo de Lámpsaco, discípulo y amigo de Epicuro, solía advertir a sus seguidores: «Antes de que apures la copa de la vida bebe despacio su tiempo sin derramar una gota». Es la nuestra una época contraria a la calma y hay quien desperdicia el tiempo por quererlo beber a tragantadas. 

Hendeduras

El pensador y epicúreo, Polistrato, visitador del jardín de Epicuro, y creador del escrito 'Mantenerse en la Filosofía' encontrado en la Villa de los Papiros de Herculano, anotó: «Sobre la dureza de mi yo me respondo cada día con una dosis de contrición». Las peores ofensas son auto inferidas ya que terminan por agrietarnos.

La fortuna del saber

Opinaba Sandes, discípulo de Epicuro, que «certeza y duda son las caras del conocimiento». Y aun así no te pagan con la moneda de la sabiduría.

Intachables

Hérmaco, filósofo a quien Epicuro donó su biblioteca personal, alegó que los mejores libros son aquellos que no se han escrito. Así, sin borrones ni tachaduras, ni fe de erratas. Los libros perfectos y nunca leídos.

Dinámica

Colotes de Lampsaco, acérrimo seguidor de Epicuro, planteaba: «sé que el fracaso continuado es un triunfo. Cómo si no se puede sobrevivir». A rastras, claro.

Casa de espejos

El filósofo Idomeneo de Lámpsaco refirió a su amigo Epicuro, de quien también fue discípulo, «cuando eres joven ves un espejismo de ti. En cambio, el espejo del tiempo te hace reconocer tu espectro». El reconocimiento propio cambia tanto, en este laberinto de espejos que es la vida, que al mirar atrás sobre nuestros pasos sólo vemos huellas desconocidas.

Insuficiencias

Casi choco con Epicuro que, en la cola del comedor social, guarda turno para recibir una ración de comida. Sorprendido por el encuentro, le pregunto por los vericuetos del destino que le han llevado hasta allí y no me responde. Le comento, entonces, lo poco con que algunas personas deben vivir y me dice lacónicamente: «nada es suficiente para quien lo suficiente es poco».

Despojamiento

Leucipo de Mileto solía señalar: «Te vas quitando las capas de quien eres hasta estar desnudo ante la nada». El aforismo de este filósofo 'oscuro', a quien Epicuro consideraba una invención, me recuerda que es el tiempo quien nos despoja del traje de la existencia.

Encandiladas

«Solo nos apagamos cuando dormimos, el resto de la vida es una luz insoportable», proclamó el filósofo Nausífanes de Téos, discípulo de Pirrón y maestro de Epicuro. Conocer significa adentrarse en la oscuridad, dado que la ilusión del mundo nos deslumbra.

Inclementes

Rescato a Nausífanes de Teos: «la ilusión del mundo es el mundo en sí». Me viene que ni pintado para lo que ocurre en estos momentos. Nos hicieron pensar que al votar decidíamos o que al elegir éramos libres. Igual sí pero nadie contó que era solo un espejismo semejante a cuando los niños se les deja jugar en el patio del colegio. Es una decisión concertada por el poder del centro y desde el centro del poder es desde donde se derrota los derechos ciudadanos. Han decido remodelar el mundo desde arriba como siempre ha sido. Ya lo dijo Epicuro: «El futuro no es nuestro, pero tampoco puede decirse que no nos pertenezca del todo».

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Ardides

Sandes, discípulo de Epicuro señaló: «lo verdadero del amor es su mentira.» Pensaría quizás el filósofo ateniense que era algo improbable, irreal y solo imaginable.

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