Asequible

25.3.19



Cada cual escoge los sueños que más tiene a mano.



5 apostillas:

mailconraul dijo...

El onanismo???

Juan Poz dijo...

A mí me cogen ellos, pero una vez dentro, trato denodadamente de imponerme a sus delirios...

Albada Dos dijo...

Pudiera ser. Lo más fácil es tomar lo más cercano

Un abrazo

Joselu dijo...

No sé si te refieres a sueños nocturnos o diurnos. No se pueden escoger -desafortunadamente- los nocturnos pero sí los diurnos, y esa imposición de los mismos siempre acaba mal. Soñar es placentero, euforizante, pero el despertar es desazonador. Necesitamos sueños para levitar pero cuando acaban es amargo. Pero ¿qué sería la vida sin sueños? Hay un libro muy interesante que se llama El delirio, un error necesario de Carlos Castilla del Pino. "Delirar es una forma de enfrentarse a la realidad, de estar en ella, de ser y de vivir y cumple, como la fantasía en el mentalmente normal, una función benéfica. Es una forma de compensar las carencias de la vida. Para el delirante, la alternativa es la depresión. Si delira, es; si no delira, no es nadie". La realidad de quien se prohíbe los sueños, el delirio, la fantasía es neceesariamente pobre, plana. Extremadamente árida. Los sueños como el delirio son agua fertilizante en nuestra vida. La alterantiva, como dice Castilla del Pino, es la depresión. Aunque acaben mal, pero nos hacen levitar.

Manuela Fernández dijo...

Y si no los tiene se los inventa.
SAludos.