Ficcionario

10.5.10



«Todas las palabras fueron alguna vez un neologismo», propuso Jorge Luis Borges. Apostemos por ello y carguemos de contenido a nuevas acepciones: intemido, increencia, inleído, incontenido.



4 apostillas:

María dijo...

Pues mira Francisco,

a mi siempre me ha ocurrido que sin querer, me salen "palabros", porque claro lo mío no pueden ser llamados neologismos, de lo más curioso, que luego uso, en broma, e incluso a veces me salen , no tan en broma, como "fumarro" en vez de cigarro, uso ostrogodo, como calificativo, para referirme a alguien un poco bruto, pero le cambio el acento y lo convierto en esdrújula y queda "ostrógodo" y cosas así...

Me gusta lo de ficcionario ;-)


Muchos besos y feliz semana.

Maria Coca dijo...

Indecidido, insentido.

Apuesto!!!

Besos de lunes primaveral, querido amigo.

Lu dijo...

si no comento nada en este post... sería inescribir?

Juan Poz dijo...

Ni siquiera son necesarias nuevas palabras, sino "cargar" las de toda la vida con nuevos significados que "se impongan", como ocurría con los magníficos diccionarios de Coll. Pongamos por caso zaquizamí -la errata preceptiva, pongamos por casa ya se había dejado arrastrar por la nueva connotación de zaquizamí como "de aquí no me sacas a mí" en dialecto andaluz, algo parecido al "correveidile" del castellano. A mis pobres alumnos suelo ponerles en la pizarra, de ese mismo dialecto, el "tiquisyá!" que los desespera, aun a pesar de su prístina trasparencia...