*«Me hace gracia eso que decís los comentadores, eso de "estoy de acuerdo", "te equivocas" o "cierto". Aquí se leen poemas o fragmentos de un poema o microrrelatos, o el género que sea en conjunto, pero un poema o cualquier cosa de esas no es una opinión que contrastar con otras. Es lo que es. Y te gusta más o te gusta menos, pero no es algo de lo que discrepar o estar de acuerdo. No sé cómo lo verá el autor del blog, pero yo lo veo así.»
—Autor del ‘blog’, ¿puede decir usted algo? —le incitó— Parece un órdago.
―No, no, nada. Me mantengo al margen.
―¿Al margen de los comentarios?
—No, me margino de sermonear a los opinantes. Quién soy yo para poner caos en este bello orden de la discusión de las ideas.
—Eres quien escribe.
―Sí. Y más allá de eso no soy nadie.
—Eres quien provoca el caos y quien enciende la mecha de los comentarios.
—Pues eso, nadie de importancia. Menos que el apuntador en el teatro.
*Este comentario apareció en la entrada titulada Camuflaje.
10 apostillas:
Puntual como siempre...
Cuando el reloj marca la hora en que actualizas el blog, una se va a la cama.
:)
Bona nit.
Jajajaja. Oye, Francisco, en serio que me río de forma sana. Acabo de llegar de tomar unas cañas y me ha hecho gracia que hayas actualizado el blog con mi comentario a esa entrada anterior. Me haces buscar, por cierto, la palabra órdago en internet, que es el diccionario que tengo más a mano. Aquí pongo las definiciones que encuentro, no sólo para mí, sino para los demás:
órdago m. En el juego del mus, envite de los tantos restantes. II de órdago loc. adj. col. Excelente, de superior calidad: "se ha comprado un coche de órdago". II col. Desmesurado: "hace un frío de órdago"
Tu blog hace pensar a la gente. Y eso creo, o quiero creer, que es positivo. Luego, lo que diga cada uno, es cosa suya.
Esa humildad, esa necesidad ontológica y verbal de emitirse, esa balanza para recibir halagos y tomatazos, esa buena fe y esperanzada forma de estimar a los demás, sin buscarse ego mayor al que se le asigna por ser... esas cosas, eso y mucho más es lo que admiro de usted.
El buen Francisco no crea ni corrompe ni asigna el caos, es un espectador y a la vez el show mismo.
Saludos Don Palabras, de parte de Míkel.
Pienso que un blog que haya que juzgarlo por su valor artístico (me gusta o no me gusta) no da pie a una buena discusión de ideas. Me encuentro extraño ante poemas o relatos ante los que lo único que se puede hacer es elogiar o callarte. Este blog ensaya el microrrelato, el aforismo, la reflexión lúcida proponiendo un núcleo de reflexión que es aprovechada por los lectores como pie para las suyas. Y creo que es un acierto. El autor, Francisco, se sitúa en un discreto segundo plano sin intervenir, sin intentar aprobar o corregir o alterar las opiniones a que da lugar. Todo es bienvenido. Una fórmula que da micho juego y que tiene solución de continuidad.
Es que yo estoy de acuerdo siempre en todo lo que dices....jo
ya me voy pensando en la futilidad de las cosas aderezadas con sonrisas sinceras que se desvanecen en el aire como si no hubieran existido nunca...
Mafalda (:P)
Aplaudo la coherencia.
¿Y no somos siempre nosotros quienes, en el fangoso terreno de lo humano, iniciamos todo? ¿O hay algo que se nos escapa? Necesitamos pocas cosas, pero las necesitamos mucho...
Un abrazo.
Estoy de acuerdo con Joselu.
Aquí un comentador que considera que todo poema, aforismo o expresión por muy bella que sea casi siempre esconde una opinión, un punto de vista personal.
Y las ideas, como todo elemento proactivo, siempre son susceptibles de recibir valoraciones o suscitar opiniones encontradas.
Disfrutemos de la belleza, pero no está de más hurgar un poco y manifestarse, tomar partido.
Es muy aburrido un aforo de neutrales.
Saludos.
Y No sólo hay órdago, sino órdago a la grande y órdago a la chica, como bien saben los aficionados a musear...; por otro lado, ser o no ser no es la cuestión, sino escribir o no escribir, aparecer o no aparecer. ¡Menudo chasco iba a llevarme si no pudiera tomarme mi aforismo -o como se le quiera llamar- de cada día! Sigo muy pocos blogs, pero estoy orgulloso de mi fidelidad. No quiero ni pensar en el día en que entre en alguo de ellos y me encuentre con que ha desaparecido... Sencillamente, llamadme sentimental, no estoy preparado... En todo caso, lo educado es avisar con tiempo, para deshacernos ante la idea, no para hacernos a ella, que es algo imposible.
En ningún momento he creado ningún caos en los comentarios. El que así lo haya pensado, se ha hecho unas figuraciones de órdago y tiene serios problemas de visión.
Además, el caos es el que hace funcionar en orden y armonía al universo. Todo aquel obsesionado con el orden acaba sintiéndose en el caos. Sin embargo, el caótico es el que acaba descubriendo la armonía.
Sólo he dicho lo que hay, otra cosa es que no lo queráis reconocer. En ningún momento quise poner al autor en ningún aprieto. La humildad es escuchar al otro y yo lo he hecho. Cada uno que haga y diga lo que quiera, pero cuando vais a una exposición de un pintor, por ejemplo, hacéis comentarios, pero no los dejáis escritos debajo de los cuadros. Yo, por ejemplo, así tengo planteado mi blog, como una muestra, sin más, pero se me puede decir lo que sea por correo electrónico, desde opiniones hasta sugerencias o críticas o insultos, que a mí ya me han dicho todo tipo de cosas y no me creo ninguna.
Por otro lado, me parece muy bien que se discrepe o se esté de acuerdo con un texto o con otro. Tiene mayor sentido, si acaso, en un blog como éste en el que abunda el aforismo, pero sigo creyendo que si hablamos de arte éste no merece otra opinión que no sea la de valorar su mayor o menor calidad. Y, por ese motivo, me siguen haciendo gracia ciertos comentarios como los que ya cité, lo que no significa que me ría de nadie, pues eso no me gusta.
Una pregunta, Francisco, ¿es la primera "apostilla" que publicas? Si es así, gracias, porque es todo un honor para mí.
Seguid, comentadores, comentando.
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