Quemas
14.4.22
Etiquetas: aforismo, extraordinario, fuego, infrecuente
Sandalias
13.4.22
Etiquetas: aforismo, caminante, lenguaje, poesía, sentimiento
Caletres
12.4.22
El tiempo siempre nos enseña lo equivocados que estábamos.
Etiquetas: equivocación, luz, tiempo
Triangulación
11.4.22
El amor es una ingenuidad, una temeridad y un gusto.
Etiquetas: aforismo, amor, gusto, ingenuidad, temor
Una muerte anunciada
10.4.22
Al pasar por aquella plaza vi cómo la gente se arremolinaba en una esquina. Algunas personas hacían grandes aspavientos y otras llamaban por teléfono. Me acerqué con cautela y curiosidad para saber qué pasaba. Una joven se cruzó sollozando en mi camino. Después escuché a alguien decir: «ha sido un infarto». Mi interés primó por encima de mi prudencia y esquivando el gentío comencé a observar el cuerpo de un hombre tendido en el pavimento, mientras otro intentaba reanimarlo presionando su pecho e insuflándole aire por la boca.
Al principio no aprecié nada raro, pero enseguida distinguí en aquel rostro el mismo que suelo ver por las mañanas en el espejo o al menos guardaba bastante parecido. Pude comprobar que su vestimenta era idéntica a la mía, incluso los zapatos eran similares y, en ese momento, me invadió una angustiosa sensación de inexistencia.
Al poco, apareció una mujer compungida que al acercarse se asemejaba terriblemente a mi compañera. Los servicios sanitarios llegaron y comenzaron a atender al accidentado que permanecía en estado inconsciente. Lo introdujeron en una ambulancia y sentí como si me despidiera de la vida.
Uno de los médicos preguntó por la identidad del infartado. La esposa le dio los datos.
No era mi nombre y respiré tranquilo.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Desintoxicaciones
9.4.22
Me he ido quitando de todo menos de vivir, es el único vicio que me va quedando.
Carpeta virtual
8.4.22
Etiquetas: aforismo, borrador, pérdidas, sentimiento
Acomodos
4.4.22
No hay niños
3.4.22
Las parejas se reunieron a cenar y pasar una noche alegre. Todas tenían hijos menores de doce años y pensaron que, para tener una velada tranquila la solución fuera alimentar primero a sus retoños y, después, dejarlos en una sala amplia, donde bien acomodados abandonarlos al cuidado de una nodriza llamada Internet, para los cual se les dotó a cada uno de un teléfono inteligente.
Rieron, chalaron, bebieron y comieron, en un ambiente adulto despejado de requerimientos infantiles. Durante bastante tiempo nadie escuchó un «¡¡¡mamá!!!» o un «¡¡¡papá!!!».
No echaron en falta a su descendencia hasta que alguien dijo: «no hay niños». Los medios de comunicación tildaron el suceso de desaparición masiva.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Volúmenes
30.3.22
Etiquetas: aforismo, biblioteca, cementerio, vida
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