No hay niños
3.4.22
Las parejas se reunieron a cenar y pasar una noche alegre. Todas tenían hijos menores de doce años y pensaron que, para tener una velada tranquila la solución fuera alimentar primero a sus retoños y, después, dejarlos en una sala amplia, donde bien acomodados abandonarlos al cuidado de una nodriza llamada Internet, para los cual se les dotó a cada uno de un teléfono inteligente.
Rieron, chalaron, bebieron y comieron, en un ambiente adulto despejado de requerimientos infantiles. Durante bastante tiempo nadie escuchó un «¡¡¡mamá!!!» o un «¡¡¡papá!!!».
No echaron en falta a su descendencia hasta que alguien dijo: «no hay niños». Los medios de comunicación tildaron el suceso de desaparición masiva.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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1 apostillas:
¿Y cuál sería el problema?
Saludos,
J.
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