50.000 palabras

14.1.07


Si el contador de mi procesador de texto no me engaña puedo escribir que esta bitácora contiene cincuenta mil palabras.

No por parecer presumido o vanidoso ni actuar con fatuidad anoto el dato, sino más bien por esa especie de vertiginosa sensación de, quizás, haber escrito tanto y no haber dicho demasiado.

Las estadísticas, a veces, nos ofuscan.

Agenda

13.1.07



Tomó la agenda telefónica en sus manos y mientras daba un repaso a los nombres anotados advirtió, con pavor, como muchos de ellos ya no estaban entre los vivos. Se figuró entonces que aquello, más que su agenda, era el libro de los muertos.

Ya lo dejó escrito Ovidio «tempus edax rerum» (el tiempo devorador de todo).

Compañía

12.1.07



La soledad es la única que nos compaña a lo largo de toda nuestra vida.



Día de asueto

11.1.07


No vendría mal que un par de veces o tres al año el gobierno, sin venir a cuento, aprobara un decreto que declarara día festivo, por ejemplo el jueves de la semana que viene.

Reflexiones en la barra del bar

10.1.07


Mi amigo Alberto que es especie de filósofo presocrático me confiesa: «para qué otra vida. Si sólo somos materia con conciencia qué haríamos en esa otra vida que se supone inmaterial. Dónde sostendríamos nuestro narcisismo».

Proceso estocástico

9.1.07



El tiempo de espera de cada uno de los diferentes usuarios que llegan a una oficina de Correos y se ponen a la cola en una de sus ventanillas para hacer una gestión, es un proceso estocástico.
Una de las variables más terribles de este proceso es que te toque una señora con varios bultos mal empaquetados que quiere enviar, a su hijo residente en Alemania, unos embutidos del pueblo (chorizos, morcillas, longanizas, etcétera).
Las variables aleatorias indexadas pueden llegar a ser infinitas como el tiempo que deberás esperar tú y se reflejan en un índice aleatorio. El conjunto de las mismas va desde no saber poner la dirección a no hablar el mismo idioma que el operario de Correos y pasan, con parsimonia, por un conjunto de relaciones temporales como salir a buscar al marido para que especifique el contenido de los paquetes ya que ella no se acuerda, no saber rellenar el impreso de certificado, dudar si el envío es por avión o transporte corriente, mirar en el monedero para ver si lleva bastante dinero y, finalmente, discutir por el precio.

La vuelta

8.1.07


–Te veo contento.
–Sí, vuelvo al trabajo tras la Navidad.
–¿Y eso es un motivo de alegría?
–Claro, así descanso de las vacaciones.

Lanzamiento

7.1.07



En la botadura de un barco se estrella una botella contra su casco como parte de un ritual iniciático.

Cada día echo al mar algún pensamiento contra el que lanzo un sortilegio, una especie de conjuro para que llegue a buen puerto, pero no estoy seguro que surta efecto. Las ideas más felices terminan por naufragar.

El fin del tiempo

6.1.07



El físico y matemático Julian Barbour, conocedor de Newton, la Teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica, sostiene que «el tiempo es una ilusión». Lo dice porque mantiene que el tiempo no existe y el universo es estático. Y es hasta probable que no esté equivocado.

Tras leer esto espero, desde mi principio de incertidumbre y mi no tiempo, ser tan sólo un instante bien aprovechado.

Recortable

5.1.07


Xiuxiu, una delicada mujer china, exoneró a su amante: «te dije que no me quisieras. Mi corazón es de papel y en cada experiencia he recortado trozos que dejé en cualquier parte. Si hubiera de recomponerlo debería desandar el camino andado y volver a pegarlo. Una tarea inútil».

Puro quejío

4.1.07



«Cada mañana me pregunto al levantarme qué dolor es el que no me duele hoy», me comenta un conocido que se jubiló hace unos años. «Y a lo largo del día no tengo más preguntas».

Enamorado del amor

3.1.07



Mi amigo Marco Antonio, que gusta del juego de la seducción como una actitud ante la vida, de vez en cuando me cuenta alguna de sus teorías sobre las relaciones afectivas.

–Hay mujeres con las que cruzas la mirada y, en ese fugaz encuentro, vives toda una aventura amorosa. Es como si te traspasa la música de los violines con su perfecta tristeza–, expone.

Mi amigo ignora que Cioran escribió que «hay miradas femeninas que tienen algo de la triste perfección de un soneto».

En el mercado

2.1.07



Recuerdo haberme perdido en los angostos pasadizos del mercado de Asomada en Praia donde apenas quedaba aire para respirar entre los cartones que cubrían su techo y el abigarramiento de productos en sus puestos.
Allí, cuando parece uno sin norte, desconcertados los sentidos entre colores y olores exóticos, surge ante la confusión de la mirada, un producto exótico, una pieza única, un objeto de valor.
La ‘blogosfera’ me recuerda, a veces, a esos zocos y mercados ambulantes de tradición medieval, superpoblados de tenderetes y colmados de productos, donde casi sin querer tropiezas con un rincón insólito o una pequeña joya. Sólo es cuestión de buscar.

Vida nueva

1.1.07



«Crecer no significa sólo ganar centímetros. Creces cuando pierdes el miedo, cuando regalas tu tiempo. Creces cuando te equivocas, cuando piensas por dos, cuando piensas por tres; cuando no te rindes. Cuando tus proyectos se cumplen. Creces cuando nunca dejas de aprender; cuando nunca dejas de soñar. Porque la vida es crecer».

Parece una invitación a la autoestima y, simplemente, es el anuncio de una entidad financiera. Los banqueros han sustituido, como consejeros, al confesionario y al diván del psiquiatra.

Año viejo

31.12.06



Igual que suenan cada año las últimas doce campanadas, envejecer es repetirnos en aquello que decimos. Somos nuestro primer oyente y, a veces, nos sorprendemos cuando nos escuchamos contar otra vez la misma historia.

Es como con este ‘blog’, después de escribir cerca de setecientos comentarios, me pregunto si no me estaré repitiendo.

Los ‘post’ que este año no escribí

30.12.06



Llegados a estas alturas del año, a veces, nos da por reflexionar sobre todo lo que dejamos escrito y sobre aquello otro que se quedó en el limbo de las ideas: unas cuantas historias sin escriturar.

Porque no escribí ningún comentario sobre Sabina, cantante con legión de seguidores que lo admiran y lo veneran. Y quería haber escrito que Sabina es un ser extraordinario frente a los seres normales que para ganarse el sustento salen todos los días a trabajar. Algunos de ellos se levantan de madrugada, pero Joaquín se ríe de ellos porque no se acuestan a esas mismas horas borrachos como él después de una tras otra, noche de farra. A los seres normales los delincuentes les roban en plena calle. A Sabina como lo conocen, no. Y encima se jacta de ello y les canta una canción. A Sabina se le permite ser un crápula con las mujeres, a los seres normales masculinos se les critica que traten mal a las mujeres y se les acusa, cuando actúan como él, de inmaduros sentimentales.

No escribí ningún post sobre la monarquía (española también) que me parece una forma de gobierno anacrónica y obsoleta.

Tampoco lo hice sobre la explotación infantil en los programas televisivos como es el caso de ‘Menuda noche’ de Juan y Medio.

No anoté nada sobre los hijos primogénitos que siempre añoraron tener un hermano mayor.

Ni sobre las etiquetas de los champús o de los jabones líquidos que, al leerlas, parecen calcadas unas de otras en los componentes que contienen.

En fin, otro año será.

Creadores

29.12.06



«El arte si no es trasgresor es una entelequia burguesa», afirmó el crítico literario llamado Cremieux.
Para él no había más que mirar los sillones de las academias y ver las grasientas posaderas que se asentaban allí. No sé si esto estará muy distanciado del momento actual o que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

Insultos anónimos

28.12.06

Una de las peores caras de este ‘pasatiempo’ de las bitácoras son los insultos anónimos. No porque sean insultos sino porque son anónimos. En todo el tiempo que llevo con este ‘blog’ sólo recibí un exabrupto casi ininteligible que no publique más que por su contenido porque nadie se responsabilizaba del mismo y si yo doy la cara con nombres y apellidos quiero ser tratado igual. Viene esto al caso de algunos ‘blogs’ que han debido cerrar o cambiar de nombre y lugar. Libertad de expresión sí pero en iguales condiciones para todos.

Resfriado

27.12.06


Andaba yo griposo hace unos días cuando me encontré, felizmente, a mi amigo médico Jesús. Tener un amigo médico es como que te visiten en casa y no te cobren la consulta, siempre terminas preguntándole por cualquier achaque.
–¿Cómo te va? –me preguntó.
–Pues ya ves con un resfriado a cuestas. Para esto qué hay –le dije.
–Para eso –me respondió con una sonrisa irónica-, no hay nada mejor que el calor de pecho ajeno.

El adivino

26.12.06

Su fama le precedía. Allí donde iba se reconocían sus pronósticos por la infalibilidad que contenía. Sus predicciones meteorológicas siempre daban en el clavo.
Onofre se pasaba por distintos barrios de la ciudad. En unos pronosticaba que, al día siguiente, llovería; en otros que haría bueno y soleado; más allá que ventoso o nublado. Todos le escuchaban.
Al día siguiente, según amaneciera, visitaba la parte de la ciudad donde había acertado. Se paseaba para que se le reconociera su éxito.