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La máquina para leer los pensamientos

13.7.16



—Señor Maurois, qué es la vida para usted.
—La vida es un juego del que nadie puede retirarse, llevándose las ganancias.
—¿Y la felicidad?
—¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu.
—¿Ese es su secreto?
—El secreto de mi felicidad es tratar las catástrofes como molestias y no las molestias como catástrofes.
—Y estar rodeado de gente que le quiera.
—Sin una familia, el hombre, sólo en el mundo, tiembla de frío.
—De ahí la esencia del amor.
—El ser más insignificante puede ser amado, si sabe organizar la incertidumbre.
—También la autorrealización. 
—El primer deber del hombre es desarrollar todo lo que posee, todo aquello en que él mismo pueda convertirse.
—No todos son capaces de alcanzar esa premisa.
—A veces, ante la mala manera de ser de los otros, uno se siente orgulloso de ser uno mismo y no otro.
—¿Puede valer la sinceridad?
—Ser sinceros no es decir todo lo que pensamos, sino no decir nunca lo contrario de lo que pensamos.
—Entonces ¿la verdad?
—Sólo hay una verdad absoluta, que esta verdad es relativa.



Moralidades actuales

6.7.16



—Señor Barrett, qué es la civilización para usted.
—La civilización no consiste en exportar mucho, ni en caminar de prisa, ni en escribir con ortografía. Consiste en la dulzura de las costumbres, en el amor y en la tolerancia, en la elevación nativa de los sentimientos y de las ideas.
—¿Y el mal?
—No debemos juzgar su mal, debemos curarlo.
—Eso se empieza trabajando en la escuela.
—En la escuela hay que adquirir el hábito de no mentir y de atender a las molestias y a los sufrimientos del prójimo. Hay que salir de ella verídico, compasivo y cortés. Esto es lo importante. Y de lo que nadie se ocupa.
—Malas pedagogías.
—¿Para qué convertir a los niños en malos fonógrafos, para qué profanar su tierna inteligencia? Basta excitar su curiosidad libre, mantener la elasticidad de su ingenio nativo, tan fácilmente asfixiado bajo las idiotas lecciones de texto; basta conservar el juego de su salud mental.
—La enseñanza se basa en racionamientos.
—No es la razón, más o menos amueblada, sino la voluntad lo que hace marchar al mundo.
—Un mundo desigual.
—La prosperidad social exige iguales condiciones.
—Cómo llegar hasta ahí.
—Dichoso el día en que ni la fortuna ni la miseria se hereden.



Conversaciones con la luz

29.6.16



—Señor Pratchett es usted una persona de amplios horizontes.
—El problema de tener una mente abierta es que la gente insiste en entrar dentro y poner allí sus cosas.
—¿La vida es una película?
—La vida de una persona sí pasa delante de sus ojos antes de morir. El proceso se llama Vida.
—la vida es caórtica.
—Según el filósofo Ly Tin Wheedle, el caos se encuentra en mayor abundancia cuando se busca el orden. El caos siempre derrota al orden porque está mejor organizado.
—En ese caos por qué no gana la luz.
—No importa lo rápido que viaje la luz, siempre se encuentra con que la oscuridad ha llegado antes y la está esperando.
—Parece una ironía cuando debería ser un sarcasmo.
—Emplear el sarcasmo con según que gente es como atacar un castillo con merengues.
—O emplear una verdad.
—Una mentira puede dar la vuelta al mundo antes de que la verdad tenga tiempo a ponerse las botas. 
—Entonces el tiempo es mentira.
—El tiempo es una droga, en cantidades excesivas, mata.
—Nunca seremos libres.
—Solamente en los sueños somos libres. El resto del tiempo necesitamos el sueldo.



Conversaciones

22.6.16



—Señor Pániker, qué son los sentimientos.
—Los sentimientos son las emociones pasadas por el tamiz de la reflexión.
—¿Y esa reflexión nos hace comprensibles?
—Si te explicas a ti mismo te explicas a los demás.
—Pero difícilmente nos entienden.
—Nos han educado para creer en verdades absolutas en nombre de las cuales se han cometido todo tipo de crímenes, y ahora tenemos que acostumbrarnos a vivir sin esos valores absolutos. Pertenecemos a una era relativista, pero tenerse en pie en una sociedad laica, relativista y pluralista es algo para lo que no nos han acostumbrado.
—¿Eso es una sociedad plural?
—Pluralismo significa asumir que vivimos en sociedades donde coexisten distintas concepciones sobre lo que es bueno y lo que es malo.
—Una sociedad global marcada por el neoliberalismo.
—La globalización no tiene que ver con el neoliberalismo, sino que debe ser un sistema mundial con control político de la economía, que pueda permitir que al bajar los subsidios a la agricultura en Europa pueda subir los seguros sociales de indonesia, por ejemplo.
—Y sin embargo hay migraciones terribles.
—No me gustan las fronteras, soy defensor de leyes abiertas, pero no comparto una política suicida de inmigración. Hay una solución que sería invertir en los países de origen, subdesarrollados.
—¿Y hacia dónde vamos?
—Vamos hacia un mundo con un menor consumismo en el que disminuirá el crédito y se ralentizará la vida. Quizá la gente no tenga más remedio que enfrentarse a las grandes cuestiones.
—Una actitud ante la vida.
—Cito a un gran maestro como es Alan Watts: la vida no es un problema a resolver sino una realidad a experimentar. Mucha gente, en lugar de preguntarse por el sentido de la vida, que es una pregunta sin sentido, intenta experimentarla: forma parte de todo vitalismo, y es sano, y ésta es hoy la actitud de la gente. Yo tampoco soy intelectualista: la pregunta por el sentido sólo aparece cuando el flujo dinámico, el apetito de vivir ha sido interrumpido.



Riqueza pública, miseria privada

15.6.16



—Señor Judt, cada día somos más desiguales.
—La desigualdad económica exacerba los problemas.
—Con tanta riqueza como hay.
—No importa lo rico que sea un país, sino lo desigual que sea.
—Y eso tiene consecuencias.
—Cuanto más igualitaria es una sociedad, más confianza reina en ella.
—Y la confianza es importante.
—La falta de confianza es claramente incompatible con el buen funcionamiento de una sociedad.
—No nos gobiernan bien.
—Lo único peor que demasiado gobierno es demasiado poco.
—Parece que respetan poco la vida.
—El hombre más pobre tiene una vida que vivir, igual que el más poderoso.
—Cada vez se imponen fórmulas neoliberales.
—Keynes demostró que ni el capitalismo ni el liberalismo sobrevivirían mucho tiempo el uno sin el otro.
—Y por eso buscamos el estado del bienestar.
—El estado del bienestar entraña la protección de la mayoría débil frente a la minoría fuerte y privilegiada.
—A pesar del egoísmo.
—Por muy egoístas que seamos, todos necesitamos servicios cuyos costes compartamos con nuestros conciudadanos.
—Pero se sigue haciendo poco caso a los más necesitados.
—Los pobres votan en mucha menor proporción que los demás sectores sociales, así que penalizarlos entraña pocos riesgos.




Viviendo sin dioses

8.6.16



—Señor Ismael Leandry Vega, ¿están de moda los fundamentalismos?
—Una persona fundamentalista no admite posibles interpretaciones sobre la doctrina en la que cree y no tolera que alguien la relativice o limite su alcance.
—¿Defiende la libertad de culto?
—El derecho a la libertad de culto, no es otra cosa que el derecho que tiene una persona para escoger cómo embrutecerá parte de su pensamiento racional con estupideces religiosas.
—No tiene buena opinión de la religión.
—Las religiones y los líderes religiosos lo que fomentan dentro de sus congregaciones es la vaguería intelectual.
—Pero somos una sociedad más culta.
—La sociedad actual, aunque más educada, pasa menos tiempo profundizando en pensamientos importantes.
—No hemos avanzando tanto entonces.
—Durante siglos, la razón humana ha sido amordazada por la intolerancia y el fanatismo religioso.
—No le gusta la crítica.
—La mayoría de los religiosos, mientras piden que se les garantice su derecho a la libertad de expresión para poder criticar los estilos de vida de la sociedad, les piden a los gobernantes y a los jueces que la libertad de expresión que tienen los ciudadanos para criticar a las religiones y a los líderes religiosos sea eliminada, penalizada o, por lo menos, severamente regulada.
—¿Y qué hacer?
—Tenemos que hacer todo lo posible para informales a las personas que los dioses, que fueron creados a nuestra imagen y semejanza, no existen.



Conversación con un nómada

1.6.16



—El número de vidas en un cuerpo envejecido es insoportable.
—Eso es porque hemos ido naciendo cada día, señor Nooteboom.
—Nunca podremos imaginarnos tanto futuro como pasado tenemos.
—No hay memoria para tanto olvido.
—El recuerdo es como un perro, que se echa donde le apetece.
—Los humanos nos echamos sobre aquello que muere.
—Me desperté con la ridícula sensación de que tal vez ya estaba muerto, pero en ese momento no pude determinar si ya estaba muerto de veras, si había estado muerto, o si por lo contrario no lo estaba. La muerte - había aprendido- no era nada, y si estabas muerto -esto también lo había aprendido- se paraban todas las consideraciones.
—Cuánta dificultad.
—Si se me preguntara qué es lo más difícil diría que la despedida de la mesura. No podemos prescindir de nada. La vida es para nosotros demasiado vacía, demasiado abierta; hemos inventado de todo para aferrarnos a ella: nombres, épocas, medidas, anécdotas.
—Vivir agarrarse al éter de la existencia.
—No creo en una vida después de la muerte, pero mi privilegio es imaginar lo que pudo haber sucedido.



Caminata por un paisaje de aforismos

25.5.16



—Señor Jerzy Lec cómo se mide la libertad.
—La libertad de los esclavos se mide por la longitud de la cadena.
—Habrá alguna libertad preferirá usted.
—No os dejéis imponer la libertad de expresión antes que la libertad de pensamiento.
—¿Está rotos los sueños?
—Cuando quiere soñar con la libertad, se pone un gorro de noche en forma de gorro frigio.
—No cree en revoluciones.
—¡Libertad, igualdad, fraternidad! ¿Cómo se conjugan?
—¿Con empatía?
—El mundo no está loco en absoluto, aunque no está hecho para la gente normal. Está hecho para los normalizados.
—Y para los que no piensan.
—La estupidez no dispensa de pensar.
—¿Hay que derribar los ídolos?
—Al derribar las estatuas, respetad los pedestales. Siempre pueden ser útiles.
—¿Y escucharse a uno mismo?
—¿Quieres ahogar la voz de tu corazón? Conquista el aplauso de la multitud.
—¿El progreso es una conquista?
—Cuando griten: ¡Viva el progreso! pregunta siempre: ¿El progreso de qué?”.
—Hay estrechez de miras.
—Algunos ven por los ojos como por una mirilla.
—O están ciegos.
—¡Cómo ayuda la ceguera a dar en el blanco!
—¿El hombre?
—Persona non grata.
—¿La Tierra?
—¡Ese punto debajo de un signo de interrogación!
—Un consejo.
—Habla sabiamente, el enemigo escucha.
—Una recomendación.
—Exigid un resguardo cada vez que hagáis una reverencia.



El movimiento de la arena

18.5.16



—A veces señor Abe me pregunto adónde lleva tanto dudar.
—La duda conduce a la verdad.
—¿La verdad no es una apariencia?
—La realidad no necesariamente coincide con las apariencias.
—La apariencia es una mentira oculta.
—Dicen que lo mejor para ocultar una gran mentira es rodearla de numerosas mentiras pequeñas.
—Quizás solo sea un juicio de valor.
—Todo el mundo quiere juzgar a los otros de manera subjetiva. Ese método tan simple de aplicar criterios ajenos para calificar a la gente está en desuso, es como un libro enmohecido.
—Es usted muy prudente.
—Tal vez yo también había sido demasiado cauteloso para actuar con naturalidad y no cometer errores que me comprometieran. El exceso de precauciones y dudas puede terminar siendo perjudicial.
—Habrá que tener fe…
—Bueno, para quienes confían, la espera siempre es efímera, aun cuando dure cincuenta, cien años...
—Entonces habrá que tener coraje.
—Ya no me importa que usted sea amigo o enemigo, el único camino que me queda es dejar atrás esta trinchera inútil y enfrentarme al destino con todo mi coraje.
—Y algo de confianza.
—Mira, me interesa mucho tener un amigo marciano, pero el interés no siempre se asocia con la confianza. Hace falta hablar más a fondo para convertir el interés en confianza.
—¿En qué situación se encuentra ahora?
—Me permito aclarar que no soy tan optimista como para creer que ya tengo un aliado, sólo porque usted sea un ‘ser humano’ como yo quisiera que lo fuese. Me encuentro en una situación demasiado anormal para convencer a alguien de la veracidad de mi relato. Aunque usted sea un ‘ser humano’, dudo que reconozca una esencia humana en mí.
—Al final estamos solos.
—Cierta vez encontró la reproducción de un grabado, ‘El infierno de la soledad’, y la observó con curiosidad. (...) Los muertos, cada uno con diferente expresión, parecían empujarse unos a otros mientras hablaban incesantemente al hombre. ¿Por qué razón eso era ‘El infierno de la soledad’? En aquel momento pensó que se habían equivocado al poner el título; ahora podía entenderlo. La soledad es una sed que la ilusión no satisface.




Charla sobre convivencialidad

11.5.16



—Señor Illich, ¿el conocimiento da libertad?
—Para la mayoría de los seres humanos, el derecho a aprender se ve restringido por la obligación de asistir a la escuela.
—¿Y la búsqueda del bienestar?
—Las burocracias del bienestar social pretenden un monopolio profesional, político y financiero sobre la imaginación social, fijando normas sobre qué es valedero y qué es factible. Este monopolio está en las raíces de la modernización de la pobreza. Cada necesidad simple para la cual se halla una respuesta institucional permite la invención de una nueva clase de pobres y una nueva definición de la pobreza.
—Entonces hemos fracasado.
—Todos miden su éxito por el fracaso de los demás.
—Y por lo que poseemos.
—El hombre ha de escoger entre ser rico en cosas o en la libertad de usarlas.
—Como en la igualdad.
—El sexismo es una indignidad específicamente moderna.
—¿Y la autosuficiencia?
—Una sociedad donde cada cual fuese lo que es suficiente sería quizás una sociedad pobre, pero sería sin duda rica en sorpresas y libre.



Civilizaciones

4.5.16



—Señor Toynbee si la tecnología sigue avanzando ¿podemos alcanzar el cielo?
—La tecnología es una fuerza moralmente neutral. Es capaz de convertir la superficie del planeta en un matadero, pero también puede convertirla en un vecindario. […] Suponiendo que hemos decidido estar del lado de los ángeles, ¿cómo hemos de tratar a quienes todavía no han discernido las señales de los tiempos? La única respuesta promisoria es devolver bien por mal, y nunca cansarnos de desempeñar ese difícil papel.
—¿En eso consiste ser civilizado?
—La civilización es un movimiento y no una condición, un viaje y no un puerto.
—¿No se adivina eso en la teoría de la evolución?
—No me parece que la teoría darwiniana de la evolución haya suministrado un relato positivo de una manera alternativa en que el universo pudiera haber llegado a existir.
—El universo no sé, pero el relato humano es el que es.
—Retener las propias convicciones no es incompatible con abandonar una actitud tradicional de rivalidad y hostilidad hacia las personas cuyas convicciones difieren de las nuestras.
—Parece que la política no cumple con eso.
—El peor castigo para quienes no se interesan en la política, es ser gobernados por quienes si se interesan.
—¿Y qué hay que mejorar?
—El logro supremo es borrar la línea entre el trabajo y el juego.
—¿Y cuándo es el momento de actuar?
—El momento correcto para empezar no es mañana o la próxima semana, sino ahora.





Pesimismo utópico

20.4.16



—Soy un convencido de que este mundo podría ser algo mejor.
—Eso te hace ser un utópico —respondió su interlocutor.
—Pero también pienso que es difícil dado lo complicado que es el ser humano.
—Eso te hace ser pesimista.
—En resumen, según tú, se podría decir que soy un utópico pesimista.



‘Los malos pastores’

6.4.16



—Esto no tiene remedio, señor Mirbeau.
—Por muchos siglos que dure el mundo y que se desarrollen y sucedan las sociedades, iguales unas a otras, un hecho único domina todas las historias: la protección de los grandes y el aplastamiento de los pequeños.
—En España a pesar de la que está cayendo, la gente no parece reaccionar.
—Una cosa que me asombra prodigiosamente, es que, en el momento científico en que estoy escribiendo, tras las innumerables experiencias y los escándalos periodísticos, pueda todavía existir en nuestra querida Francia un elector, un solo elector, ese animal irracional, inorgánico, alucinante, que consienta abandonar sus negocios, sus ilusiones o sus placeres, para votar a favor de alguien o de algo.
—La gente parece mansa, impasible.
—Los corderos van al matadero. No se dicen nada ni esperan nada. Pero al menos no votan por el matarife que los sacrificará ni por el burgués que se los comerá. Más bestia que las bestias, más cordero que los corderos, el elector designa a su matarife y elige a su burgués. Ha hecho revoluciones para conquistar ese derecho.
—Hay quien apuesta por reacciones más radicalizadas.
—Me repugna el derramamiento de sangre, el sufrimiento y la muerte. Amo la vida, toda vida es para mí sagrada. Esta es la causa por la que encuentro en el ideal del anarquismo lo que ninguna forma de gobierno puede dar: amor, belleza y paz entre los hombres.
—Y cambiando de tema, qué me puede decir de su escritura.
—La literatura sigue todavía sollozando por dos o tres estúpidos sentimientos artificiales y convencionales, siempre los mismos, empantanada en sus errores metafísicos, embrutecida por la falsa poesía del panteísmo idiota y bárbaro. He llegado a la convicción de que no hay nada más vacío, nada más estúpido, nada más perfectamente abyecto que la literatura.
—¿Cómo habría que comportarse frente a la creatividad?
—El arte, no es volver a hacer lo que otros hicieron... es hacer lo que uno ha visto con sus ojos, sentido con sus sentidos, comprendido con su cerebro.
—¿Cómo explicarlo entonces?
—La obra de arte no se explica y no se puede explicar. La obra de arte se siente y uno la siente, nada más.



El ‘blues’ de la limpieza

30.3.16



Buenas tardes señor Baldwin y no me pise por donde acabo de fregar. Se pasa uno la vida borrando las huellas de las personas para que otras, después, quieran volver a marcar las suyas. Qué ingenuas, no saben que el tiempo a todos nos borra.
—La vida es trágica, simplemente porque la tierra gira y sale el sol inexorablemente y fija, y un día, para cada uno de nosotros, el sol pasará a la última, la última vez.
—Está bien, pero estoy cansado de limpiar lo que otros ensucian. 
—No puede cambiarse todo aquello a lo que te enfrentas, pero nada puede ser cambiado hasta que te enfrentas a ello.
—El que te pisa es porque se cree mejor que tú.
—Por encima del talento están los valores comunes: disciplina, amor, buena suerte, pero, sobre todo, tenacidad.
—Pero nadie da ejemplo para mejorar el mundo a estos chicos.
—Los niños nunca han sido muy buenos para escuchar a sus mayores, pero nunca han dejado de imitarlos.
—Eso no arregla nada.
—Cualquiera que haya luchado contra la pobreza sabe lo extremadamente caro que es ser pobre.
—Además, yo sé tan poco, solo soy un simple limpiador. 
—No puede cambiar todo aquello a lo que te enfrentas, pero nada puede ser cambiado hasta que te enfrentas a ello.



Charla con el fontanero

16.3.16



—Cualquiera que ha sido acostumbrado a cuidar de la vida de cualquier criatura viviente tiene una posibilidad insignificante de arribar a la idea de que la vida humana es despreciable.
—No se lo niego pero yo he venido a arreglar esta tubería.
—El mayor descubrimiento de cualquier generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas modificando sus actitudes mentales.
—Es posible que el tubo esté picado y haya que cambiarlo.
—Humanitario consiste en nunca sacrificar a un ser humano con nuestro propio egoísmo.
—Mire, señor Schweitzer, yo soy muy humano y mi egoísmo es el que me hace ir cada mañana a trabajar.
—La tragedia de la vida es lo que dejamos morir dentro nuestro mientras vivimos.
—Tragedia es el problema que tengo yo hoy con esta cañería.
—Los ideales se parecen a las estrellas en el sentido de que nunca los alcanzamos, pero como los navegantes, con ellos dirigimos el rumbo de nuestras vidas.
—Lo ideal sería que no tuviera usted goteras y no habría humedad en el piso de abajo.
—No sé cuál será su destino, pero hay algo que sí sé: los únicos entre ustedes que serán realmente felices son los que han buscado y encontrado el modo de servir.
—De eso se trata de que le sirva a usted con mi trabajo.
—No me importa saber si un animal puede razonar. Sólo sé que es capaz de sufrir y por ello lo considero mi prójimo.
—Yo también lo considero mi prójimo. Ya está resuelto el problema y por esta vez no le voy a cobrar nada.
—Dar el ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.



El hombre: persona non grata

9.3.16



—Señor Jerzy Lec, le veo enfadado con el mundo.
—¡Libertad, igualdad, fraternidad!— ¿cómo se conjugan?
—Por ejemplo, solidarizándose, empatizándose, entregándose.
—Cuando quiere soñar con la libertad, se pone un gorro de noche en forma de gorro frigio.
—Me dice que la libertad es como un huevo que se echa a freír.
—Todo el mundo se hace su soga al cuello en el color que más le gusta.
—Sobre gustos hay colores.
—Algunos ven por los ojos como por una mirilla.
—La pedagogía del poder nos dice como es la mirada correcta.
—El mundo no está loco en absoluto, aunque no está hecho para la gente normal. Está hecho para los normalizados.
—Lo estándar es llevar la cabeza vacía encima de los hombros.
—También los culos llevan máscaras. Por razones obvias.
—Y comprensiblemente no hay ninguna razón para reírte de tu culo y no del ajeno.
—También los animales de cuatro patas se ponen de pie sobre las traseras. ¡Qué no se hará por comida y por miedo!
—Comer es una mala costumbre.
—Exigid un resguardo cada vez que hagáis una reverencia.
—Es mejor no acacharse para que no se suba nadie en tu chepa.
—Habla sabiamente, el enemigo escucha.
—Calla para que escuchen tu silencio.
—¡Ojalá tuviera tantos oyentes como escuchas!
—Hay que pararse a distinguir las voces de los ecos.
—No os dejéis imponer la libertad de expresión antes que la libertad de pensamiento.



Tomando un café

2.3.16



—Como en casa de uno, no se está en ninguna parte, señor Janet.
—El espíritu del lugar familiar ahuyenta del joven las pasiones enervantes y suaviza las violentas; porque en la paz del hogar la imaginación se purifica y al mismo tiempo se templa el desorden de los sentimientos.
—Y si es con niños mejor aún.
—El hijo viene a traer la paz al hogar turbado, la decencia y la honradez al hogar mal ordenado, el orden y la economía al hogar mal administrado. Ante este ser puro e inocente, las pasiones se callan, los vicios se esconden y las familias se purifican.
—Los buenos propósitos también cuentan.
—Para que una intención sea moralmente buena, es menester que no sea interesada.
—La ética de lo interesado limita con la avaricia. 



El hombre eterno

24.2.16



—Señor Chesterton, vivimos en la sociedad del disimulo.
—A algunos hombres los disfraces no los disfrazan, sino los revelan. Cada uno se disfraza de aquello que es por dentro.
—¿Debemos elegir qué máscara ponernos?
—Desear la acción es desear una limitación. En este sentido todo acto es un sacrificio. Al escoger una cosa rechazamos necesariamente algunas otras.
—¿Dónde está el límite?
—El juego de ponerse límites a sí mismo es uno de los secretos placeres de la vida.
—La delectación está en el juego.
—En todo placer y goce de la vida hay algo ficticio, como un esfuerzo o propósito personal para conseguir que aquello nos dé de veras satisfacción. Esta es la impureza del placer y, al mismo tiempo, una ley de vida.
—¿Y el discernimiento?
—La madurez hace al hombre más espectador que autor de vida social.
—¿Y ese mal de todos los tiempos que es el fanatismo?
—La intolerancia puede ser definida como la indignación de los hombres que no tienen opiniones.
—¿Y la vulgaridad?
— La mediocridad, posiblemente, consiste en estar delante de la grandeza y no darse cuenta.
—Mejor callar entonces.
—El silencio es la réplica más aguda.
—Y la trascendencia la más lerda. 
—Donde acaba la biología, empieza la religión.



Cita con un vividor

17.2.16



—La mayor parte de nuestras desgracias resultan más soportables que los comentarios que de ellas hacen nuestros amigos.
—Señor Colton, por qué reniega.
—Las personas luchan y se afanan por la religión; discuten por ella, combaten por ella, mueren por ella; todo lo hacen... menos vivir ajustándose a ella.
—Eso es muy propio de algunas prácticas cristianas. Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga.
—Siempre es saludable el aprender, aunque sea de nuestros enemigos; rara vez es seguro el aventurarse a instruir, aunque sea a nuestros amigos.
—Parece contradictorio.
—El ser humano es una paradoja hecha carne, un manojo de contradicciones.
—El error forma parte de nuestro aprendizaje.
—La ignorancia es una página en blanco sobre la que podemos escribir; el error, por el contrario, es una página ya garabateada que primeramente hay que borrar.
—Eso es lo que intentan borrarnos.
—Un poder situado por encima de toda responsabilidad humana debe estar fuera del alcance de todo ser humano.
—Y usted qué aconseja.
—Pedimos consejos, pero deseamos nos den la aprobación.
—O el aplauso.
—El aplauso es el acicate de los ánimos nobles y la meta y fin de los débiles.
—¿Y el plagio?
—La imitación es la forma más sincera de la adulación.
—Y sopesar entre el conocimiento y el reconocimiento.
—Si quieres ser conocido y no conocer, entiérrate en un pueblo; si quieres conocer y no ser conocido, vive en una ciudad.
—Enterrarme en la invisibilidad es lo que prefiero.
—Hasta que no estés muerto no esperes alabanzas sin mezcla de envidia.



Titirimundis

10.2.16



—Señora Marioneta, está usted perturbando la imaginación de los niños.
—Disculpe, señor Autoridad, me hicieron así.
—Así, cómo, ¿andrajosa y mal vestida?
—No, libre. Movida por los hilos de la ilusión y de la ingenuidad.
—Lo que hace es exaltar las mentes y pervertir las sanas costumbres de la obediencia.
—Lo que hago es hacer reír y soñar, e imaginar mundos imposibles.
—La utopía es una subversión inadmisible de la que debo informar al señor Poder.
—Como dijo el poeta: no he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo.
—Los poetas son otro de los virus que tacan al sistema y que habría que encarcelar.
—George Orwell, un tipo que se les escapó a ustedes, dijo: la libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír. Y en eso estamos.
—Pues le llevaré ante el señor Juzgador para que le aplique la ley y le condene por enaltecimiento de la libertad.
—Lo que hay que condenar es la mentira y la hipocresía.
—No se hable más, se acabó la función.
—Mi espíritu es el de nunca callar.