Diletante

6.6.20



La mujer recogió con parsimonia la ropa colgada de las cuerdas de la azotea. Apoyó en la barandilla el brazo cargado con los trapos recién descolgados, después fijo la mirada en el infinito. «Saldremos de esta con la nostalgia por contemplar una vida mejor y volveremos a la ‘normalidad’, esa que tanto asusta porque nos llenará de insensateces, de perjuicios y alegatos insalubres de urbanidad, de libertad invasiva contra la calma ajena, de los espejos rotos del abandono y del elusivo compromiso con la sensatez y la contumacia del insalubre vivir». La mujer recogió su mirada y se adentró en el laberinto de la casa otra vez.



2 apostillas:

Albada Dos dijo...

Muy bueno, un final perfecto. Un abrazo

Joselu dijo...

Sí, la salida de la pandemia va a ser muy complicada, la mayor parte de los españoles da las vacaciones por perdidas y, ciertamente, ¿adónde ir que no sea un ambiente higiénico y semihospitalario, sin la alegría de la confusión y el barullo tan típicamente nuestro?