Vacaciones en el mar de China

25.8.19

Día 25

Los niños de Wu Shuji juegan en la orilla del mar. El chapoteo de sus risas contagia el color de la mañana. Abro el libro de la observación, miro hacia adentro y hacia afuera y hago mi lectura de agua sobre el corazón humano en código abierto. No hay otros asuntos que dilucidar en el día.

La luz es apolínea, el calor asimétrico, los pasos en la arena son huellas líquidas.

Sentirse vivo en la nomenclatura del verano parece un bálsamo recetado para curar las rutinas que acechan ya cercanas.

1 apostillas:

Albada Dos dijo...

Abrir ese libro, en la arena de esas vacaciones, es todo un remanso.

Un abrazo.