Vacaciones en el mar de China

3.8.19

Día 3

Me levanto y el aire es de un azul celestial, abajo el mar reflejo de ese cielo. En mi bolsillo aun guardo la premura que llegó conmigo.

En el trazo quebrado del horizonte Yuan, un lugareño que conocí la noche anterior, pesca con su balsa de bambú como cada amanecida. Espera extraer peces fabulosos de los que ya no existen en los océanos, porque imagina bajo la superficie, una realidad inversa. La verdad oficial para él no cuenta porque inventa adversidades, como la plaga de medusas que se materializa cada estío gracias a la propaganda del gobierno.

Pasa Li Ye, una mujer menuda de carácter fuerte, me regala una sonrisa y unos buenos días. Me siento en un sombrajo frente al mar y me pierdo en un cielo de pensamientos, mientras la brisa me cuchichea inconfesables confidencias.

3 apostillas:

mailconraul dijo...

Te tienes que pasar a la poesía!!!

Albada Dos dijo...

Un despertar, un día que promete, tras la pesca, si ocurre, un universo de esas confidencias de la brisa china.

Un abrazo y feliz día vacacional

Joselu dijo...

Visión soñada de un paisaje y de un país en que todo brilla y encaja. ¿En algún momento sentiremos la disonancia, el dolor de vivir de estas gentes?