Inmolaciones

23.10.18



Dudo que salvar a un suicida sea una buena acción, aunque si se diera tal circunstancia en mi presencia, intentaría frenar su intento de vivir la muerte. Después sobrevendría la culpa por haber frustrado una decisión personal, y la responsabilidad de que todo cuanto ejecute esa persona a lo largo de vida, se derivará de un hecho conmiserativo. Cioran escribió sobre este asunto: «Rutinarios de la desesperación, cadáveres que se aceptan, todos nos sobrevivimos y no morimos más que para cumplir una formalidad inútil. Es como si nuestra vida no se atarease más que emplazar el momento en que podríamos librarnos de ella».



3 apostillas:

Juan Pérez dijo...

¡Es tan poderoso el afán vital que le resulta inconcebible el deseo voluntario de morir! La última sabiduría es aceptar el suicidio como "opción personal" respetabilísima.

Albada Dos dijo...

La opción de bajarse del tren es muy válida, así que no sé si intentaría detener a quien quiera hacerlo. Imagino que sí, a pesar de las consecuencias que explicas

Un abrazo

Laura dijo...

La gente siempre dice que el suicidio es un acto de cobardía.
Yo nunca lo he visto así, porque se tiene que ser muy valiente para llegado el momento, hacerlo.
Yo no podría, es un paso que nunca me atrevería a dar...y por lo tanto, supongo que intentaría evitarlo también en los demás.
Pero no se, nunca me he visto en esa situación...así que...es un poco, hablar por hablar.
Un beso.