Extinciones

9.10.18



Aún no amanece cuando voy camino del trabajo. Es bastante temprano porque la oscuridad cubre de bostezos el pretendido día. 

De repente en ese paisaje casi irreal algo llama mi atención. Una figura femenina saca de un coche un bulto que protege en sus brazos contra su pecho, y que da pie a imaginar que es una pequeña criatura. Anda unos pasos apresurados con ella y entra en un centro infantil. 

Pienso si allí, ‘aparcada’, pasará buena parte del día, despojada de sus seres más íntimos, desamparada del roce del cariño. 

Entonces me pregunto qué clase de vida nos han hecho elegir, hacia dónde nos lleva esta progresión. ¿Vamos hacia el deshielo de polos y el desmoronamiento del ser humano?



3 apostillas:

Ikana dijo...

Probablemente, al paso que vamos

Albada Dos dijo...

Esa madre amorosa habrá llorado al dejar al bebé el primer día. Pero no queda otro remedio que intentar hacer compatible la maternidad con el desarrollo profesional de la mujer.

Por ello al mundo no le pasará nada más que lo que ya pasa, que nos estamos deshumanizando y destruyendo el planeta. Un abrazo

Juan Poz dijo...

La alternativa nos retrotrae a otros tiempos, no especialmente mejores para las mujeres; pero en Usamérica es frecuente dejar el mercado de trabajo para criar a los hijos y luego volver a él, algo no compatible con algunas aspiraciones profesionales de algunas mujeres. Dura, la elección, en efecto.