Últimas escenas

29.10.18



«No quiero sufrir más», me confesaba una persona hace unos días enferma de riñón, con innumerables sesiones de diálisis, viuda desde hace dos años, desalojada de la vivienda que habita y con escasos recursos económicos para encontrar dónde alojarse. 

Ese «no quiero sufrir más», no es el anuncio de quien desea morir, es la petición de quien se prepara para adentrarse, tranquilamente, en ese horizonte que pone ocaso a la existencia. Porque en muchos casos morir será eso, la búsqueda de un tiempo placentero que dé descanso al bregar de la vida.



3 apostillas:

Albada Dos dijo...

Cuando la vida comporta tanto sufrimiento, me parece muy válido dejarse marchar.

Triste situación. UN abrazo

Laura dijo...

La vida es muy injusta... tantas y tantas veces...

Ikana dijo...

Sonará tonto, pero... deja de sufrir...