Autopresión

17.3.10



¿Preguntarse a sí mismo es un interrogatorio en tercer grado?



15 apostillas:

Mechi.- dijo...

Es un interrogatorio a secas

Aaoiue dijo...

Yo es que aún no me he aclarado con lo que quiere decir "tercer grado", puesto que parece que si nos referimos a grados penitenciarios, el tercero es menos severo que el "primer grado" y el segundo. También hay por ahí quien ve en la expresión una explicación en los 33 grados masónicos. Y de ahí en adelante ya se puede decir cualquier cosa, claro.
Si "interrogatorio de tercer grado" quiere decir "hacer pupa", mi respuesta es no.

Paco Becerro dijo...

Uno sabe siempre cuando se está mientiendo a si mismo...

Joselu dijo...

Hay una frase de Ibsen que quiero traer a colación: "Si le quita usted la mentira vital a un hombre corriente, le quita al mismo tiempo la felicidad". No creo, a diferencia de El futuro bloguero que uno sepa siempre cuando se está mintiendo a sí mismo porque una dosis de delirio es siempre necesaria para vivir.

Javier dijo...

Sí, siempre. Es necesario, imprescindible, deseable y, al final, reconfortante.

Quizá alguno piense que hay un grado "masoquista" en ello, pero quizá sea precisamente quien nunca se pregunta nada, quizá porque lo sabe todo, quizá porque nada le interesa.

Un abrazo.

María dijo...

Yo creo, que depende del nivel de exigencia que cada uno tiene consigo mismo. Po ejemplo, yo me meto más presión que nadie. Aún así, es verdad que como la realidad es tan subjetiva, a veces sin saberlo suponiendo ser sinceros con nosotros mismo, al no ser conscientes de la verdad tal cual es en realidad, caemos en el falso testimonio, sin si quiera saberlo.

¡¡¡Buuuuf, qué difícil!!
¡¡esto sí que es un tercer grado!! ;-)


Muchos besos, Francisco.

YoMisma dijo...

Solo si tienes el valor suficiente para querer saber la verdad y no la temes.

Saludines,
YoMisma

Juan Poz dijo...

Yo sólo me hago preguntas retóricas, pero ignoro en qué grado caen. Son del estilo de éstas:
¿Pero tú eres tonto o qué?
¿A quién se le ocurre ser tan imbécil, gilipollas?
¿Eres tonto o has bebido agua de váter?
¿Pero a quién pretender engañar, so bobo?
Son realmente preguntas de desagrado..., ¡y de sangrado!

3'14 dijo...

No. Al menos para mí, preguntarse a uno mismo puede ser, o bien un desahogo retórico como apunta Juan Poz, o bien sirven para la autoreflexión, lo cual jamás puede ser equivalente a un interrogatorio, y menos todavía del grado tres, je.
Es más, creo que quien no practica preguntarse a sí mismo puede considerarse un ser altamente peligroso, por la inconciencia que se le supone, lo cual no se si se podría deber a falta de ética o estupidez.

Manuela Fernández dijo...

Únicamente cuando sabes que la respuesta no es de tu agrado.

Anónimo dijo...

Más bien es un asesinato con arma blanca

Anónimo dijo...

has conseguido que cada cual se proyecte, mi enhorabuena.

ricard

Anónimo dijo...

o en primer grado

Antero dijo...

Lo de preguntarse a uno mismo lo tengo yo comparado a aquellas personas que entablan largas conversaciones con sus mascotas (perros, gatos, loros, vecinos del quinto) y luego te sueltan; "si es que parece que te entienden y todo".

Un fuerte abrazo.

Adolfo González dijo...

La respuesta existencial del ser inteligente es preguntarse. Haces bien, me parece.