—Buenas noches.
—Buenos días —le respondió.
—Dónde vas a las seis de la mañana —quiso saber.
—A trabajar —dijo.
—Estás loco —precisó asombrado.
—¿Y tú por qué madrugas tanto? —se interesó.
—No madrugo, voy a dormir —explicó con cansancio.
—Ah, cuánta cordura.
5 apostillas:
Muy bueno. Una sonrisa para comenzar el día.
¡Buenas noches! So exactamente las 11:44 a.m y me voy a dormir.
Realmente una locura.
Algunos en el mismo hemisferio, el mismo continente, el mismo país e incluso la misma ciudad y hasta viviendo en el mismo portal, usan husos horarios diferentes y sus relojes vitales funcionan por el p.m y am. invertido.
Besos en hora, aunque casi es hora de merendar y yo aún no he comido...
Lo confieso, soy una transfronteriza,
pero sólo diurna. ;-)
Un amigo maratoniano -y algo moralista- me contó la anécdota. A las 7 sale a correr y se encuentra con los noctámbulos que huyen despaooridos de la luz del nuevo día. Se cruzan y los juerguistas patéticos pretenden burlarse: "un-dos un-dos un-dos..." Él dice que respondió: "Mejor que gin-ron gin-ron gin-ron..."
Supongo que cada uno seguiría su camino embriagados en lo suyo...
Para ser hoy el primer día de trabajo estuvo bastante bien!
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