Lírica antropológica

18.1.10



Gehlen anuncia que «el hombre es esencialmente un animal auto poético, un ser que debe crearse a sí mismo». Y destruirse a sí mismo con la antipoética de su necedad. El lirismo humano es tan conmovedor que alcanza el estupor cuando crea y cuando destruye.

5 apostillas:

Juan Navarro dijo...

¿Por eso hemos de dejarnos iluminar por los salvadores? Puesto que soy necio que me guíe el ser superior. Pues no, aun necio, quiero ser el protagonista de mi vida. Entiendo que se afiliara al partido nazi.

Joselu dijo...

Me hace pensar esta reflexión. Primero sostiene que el hombre es un animal poético que debe ser sujeto de su propia creación. Correcto. No veo ninguna objeción. Segundo que también tiene capacidad de destruirse mediante la necedad y que en ambos casos (creación/destrucción) alcanza así el lirismo. Puede ser, pero esta reflexión no se adónde nos lleva, qué consecuencias se extraen de ella. La necedad humana es tan grande y tan natural que es difícil sustraerse a ella. Pero yo no la llamaría poética sino más bien antipoética, es el descenso a la barbarie, a la torpeza. No conocía a este Gehlen, pero ya a través de Juan Navarro, he sabido que se afilió al partido nazi, pero en esta idea no vislumbro nada sospechoso de ello. Más bien me parece vacua o esquemática.

Maria Coca dijo...

Lirismo o dramatismo? Hay géneros para todos los gustos.

Besos de luna en lunes, amigo mío.

Juan Poz dijo...

Esa "poética de la destrucción" pertenece también a lo peor de las vanguardias, como cuando Breton dijo que el máxima acto surrealista era salir a la calle y empezar a disparar contra los transeúntes. Después se arrepintió, no se afilió al partido nazi. Tiene seguidores la ebriedad de la destrucción, el militarismo, apela al cerebro reptilíneo... Y se necesita una sólida formación moral para no darse por aludido.

Andy dijo...

La autodestrucción del hombre está marcada por la estupidez, por la falta de curiosidad, por la pereza para aprender cosas nuevas. Todo esto es necedad, pero es superable.