Agraciados

18.11.08



—Sí, soy afortunado. La vida me ha dado mucho más de lo que le pedí —le contestó.
—¿Y qué fue?
—Nada —aseguró.
—Mejor así. Podemos elegir nuestros sueños; nunca nuestro destino.

4 apostillas:

Pareidolia dijo...

Entonces si no pides nada a la vida no te frustras, claro, quien espera se desespera, no es mal consejo. Mientras seguiré soñando
Besicos

Joselu dijo...

Sabiduría oriental. No esperar, no desear, no hacerse ilusiones, no anhelar el cambio, ni compararse con nadie. Todo es impermanente, nada tiene auténtica consistencia. Sólo aquí y ahora.

Marta Domínguez Senra dijo...

Tengo la sensación que la vida es eso que queda entre los sueños y el destino. Luego está la suerte, que también existe (por lo menos la mala, te lo aseguro).
Un beso en esa frente privilegiada.

^Â^ dijo...

Una vez una mujer que amé (todavía me estoy curando de aquello) me dijo:
Es mejor no soñar y disfrutar de lo que hoy la vida te muestra.
A lo que yo le contesté:
¡Malditasea!
No fué un mal sueño. Fué no saber que en realidad ella no me amaba. Todo fué una ilusión creada por la fuerza del deseo.