Camina solo por la plaza con pasos rápidos. De repente comienza a gesticular y mueve los brazos como aspas de molinos. Los alza al cielo. Retrocede sobre sus pasos y habla sin nadie alrededor. Su voz es estentórea. Se dijera que conversa con un fantasma o un amigo invisible. Parece contrariado. Se detiene y saca de su oído una especie de botón negro. Mira hacia todos lados para ver si lo observan y se marcha enojado.
Loco
4.7.07
Camina solo por la plaza con pasos rápidos. De repente comienza a gesticular y mueve los brazos como aspas de molinos. Los alza al cielo. Retrocede sobre sus pasos y habla sin nadie alrededor. Su voz es estentórea. Se dijera que conversa con un fantasma o un amigo invisible. Parece contrariado. Se detiene y saca de su oído una especie de botón negro. Mira hacia todos lados para ver si lo observan y se marcha enojado.
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11 apostillas:
Deberíamos acogerlo en el sanatorio.
Un saludo
La tecnología ha hecho que confundamos a aquellos locos entrañables que hablaban solos con estos tecnoadictos modernos de última generación. Nos están robando el romanticismo, Fmop.
qué gran matrix lo sometería?
Me contaron de un loco que se escapó de sus carceleros; pero que al poco tiempo volvió con ellos alegando que lo que se había encontrado “ahí afuera” era un mundo de locos. :-D
Saludos!
Perfecto, buenísimo. Dominas a la perfección el arte de contar grandes historias en muy pocas palabras
Pobre hombre, tan incomprendido siempre. Con el encanto que tiene la inteligencia demente. Y el pobre, además tenía un chip en su oreja. Yo converso con ellos y aprendo la verdad sutil de las cosas.
Estos cuadros usuales hacen que, cuando uno realmente se detiene en la plaza a hablar con el pasado, la gente no se escandalice, creyendo que hay un botón negro que todo lo explica.
Es una lástima, pues era bastante divertido...
Yo fui testigo en un autocar en un viaje de cuatro horas de un individuo exactamente así. Se pasó todo el trayecto hablando con tonos distintos con muchachas a las que quería seducir, a socios a los que quería convencer, a amigos que quería que le prestaran dinero, a ex a las que hablaba con melancolía... No se cortó ni un pelo. Creo que al final del viaje todos conocíamos su vida. Ni nos miró ni parecía enojado cuando bajó del autocar. Más bien satisfecho.
Claro, nada tiene de malo hablar solo, lo malo es que nos tachen de locos, como el titulo de la entrada...si es que ya estamos condicionados desde el principio
De esos conozco yo unos cuantos. Besos, querido amigo.
Es posible que no estuviese loco, yo soy actriz y estudio por la calle.
Muchas veces miro a mi alrededor y me doy cuenta que la gente cree que estoy loca...¿o lo estoy y no lo sé?
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