Probablemente, en principio, no se fijó en la leyenda del ticket que le expidió el conductor del autobús. Tras recogerse en uno de los asientos traseros y, mientras jugaba con él entre sus manos, leyó: «viaje hacia ninguna parte». En ese momento se convenció que había tomado el trayecto acertado.
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20.7.07
Probablemente, en principio, no se fijó en la leyenda del ticket que le expidió el conductor del autobús. Tras recogerse en uno de los asientos traseros y, mientras jugaba con él entre sus manos, leyó: «viaje hacia ninguna parte». En ese momento se convenció que había tomado el trayecto acertado.
Etiquetas: cuentos diminutos
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7 apostillas:
En ese autobús vamos todos.
Tomo nota del trayecto. Probablemente tenga parada en la puerta de mi casa.
Un abrazo.
Qué casualidad, ese el trayecto que tomo yo casi todas las mañanas... Pero decir a ninguna parte, es decir a todas partes. Siempre la ignorancia.
Más bien todos vamos de seguro qal final al mismo lugar :)
sr, ortega
carezco de tiempo ultimamente
y paseo poco de blog en blog.
tenga usté un verano,
amigo.
Que cosas estas de la vida!! no?...en este momento esa es mi frase de cabecera....jeje
un gran abrazo!
Pero viajó después de todo, aunque no fuese a llegar a ninguna parte.
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