Desconfiados

24.7.07


La desconfianza bebe en la ignorancia. Por eso, según el pensador orientalista Djwala-Khuli la desconfianza hacia las personas, incluso hacia las máquinas, nace de la ignorancia, que junto al deseo y la ira, son los impulsos que hay que controlar para alcanzar el camino de la perfección.

8 apostillas:

Pamela Bram dijo...

definitivamente la perfección no está en mi meta

Joselu dijo...

Sin embargo, el deseo está en el centro de nuestra forma de entender el mundo. Sólo se es feliz si se colma el deseo, si se siente deseo, éste aspira a ser satisfecho. El budismo representa una forma de entender el mundo que dista mucho de la nuestra. Lo mismo podría decirse de la ira. Sólo hay que leer los comentarios de los lectores en los periódicos digitales (El País): todo el mundo parece enormemente enfadado. Es un estado de permanente crispación. Sobre la ignoracia ¿qué decir? Es un concepto relativo. Todo el mundo es ignorante en algún sentido. Lo dicho, el budismo es una concepción del mundo que sirve para otros parámetros culturales, pero ¡qué densa y profunda es!

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo.

Anónimo dijo...

Ah! se me olvidaba decirte que el cuaderno de poesía está precioso..

Rocío Mendoza dijo...

¿Ignorancia? Siempre hay por aprender... ¿Desconfianza? No es mala cuando es el paso previo al conocimiento y la elección final. ¿Deseo? Inevitable. ¿Ira? Mejor controlarla...

Maria Coca dijo...

Y por qué hay que alcanzar el camino de la perfección? Desconfío de ese camino.

Anónimo dijo...

Es tal vez al contrario: solamente el ignorante confía ingenuamente, porque desconoce los peligros y sus posibilidades....

la pequeña tortuga dijo...

También te digo que la ignorancia es el estado más relajante de todos....¿y quién dijo que había que ser perfectos? ¿es que acaso podemos siquiera aspirar a serlo?

Ay como yo me ponga...