Avejentados

8.7.07


La imagen de Mateo no puede ocultar la erosión del tiempo. Rebolondo, casi sin pelo y con gesto de pocos amigos, está muy lejos de aquella otra de juventud cuando, con su larga melena, su guitarra y sin un duro, se marchó a conocer Europa.

Hoy se me ha acercado y, en tono reflexivo, me comentaba:

«Es curioso pero aquellos que vivieron una vida acomodada en su juventud hoy vuelven la cara atrás y se arrepienten. Mi amigo Jaime se metió de botones en un banco y hoy es director de zona; manejaba dinero como él sólo y fardaba de buen coche. Mi primo Perico no le iba a la zaga. Opositó a instituciones penitenciarias y es un alto cargo.
Ambos, ahora, me indican que no han vivido porque mientras yo me divertía ellos trabajaban. Uno dice que se ha pasado la vida en la cárcel y el otro encerrado en un despacho».

Ya lo señaló Epicuro: «quien un día se olvida de lo bien que lo ha pasado se ha hecho viejo ese mismo día».

7 apostillas:

Anónimo dijo...

Uno nunca sabe lo que es mejor, si tirarse a vivir la vida a tope eligiendo el azar por destino, o hincar los codos y prepararte el porvenir. En los dos casos, será el AZAR quien te otorge una mejor o peor vida.
Saludos

. dijo...

Buena reflexión para echar la mirada atrás y en la mayoría de las veces acabar medio deprimiéndose, pero es lo que hay.

Saludos.

Joselu dijo...

Sin embargo, el tiempo -ese terrible escultor- ha pasado igualmente para Mateo, Jaime y Perico. Los tres tendrán una sensación de pérdida. El que lo ha pasado muy bien no deja de sentirse invadido por la nostalgia de los momentos pasados. Es difícil envejecer, una de las más nobles de las tareas que hemos enfrentar en la vida, ese relato único que señalabas.

Trenzas dijo...

¡Alucinando con tus blogs...!
No sé el rato que lelvo dándoles vueltas. Si fueran una tortilla de patatas ya se habrían "descuajeringao" que diría mi abuelita.
Bueno, voy a enlazarte ahora mismo, porque quiero venir a ver que cueces cada día (si el tiempo no lo impide)
Encantada de conocerte y gracias por darme la oportunidad de ídem.

Anónimo dijo...

Divina senectud, más aún cuando se ha vivido una vida plena, más dueño de uno mismo que esclavo de la rutina. Genial =)

Saludos.

Maria Coca dijo...

Nunca estamos conforme con lo que tenemos y lo que no hemos vivido se añora como lo mejor que pudimos vivir. No sabemos cómo medir la felicidad.

Anónimo dijo...

Ha habido momentos a reseñar , pero siempre se desean más, eso te mantiene activo y expectante. El ser humano es inconformista generalmente.
Es un placer leerte.
Será un placer seguir haciéndolo un rato de vez en cuando.
Gracias.