Huelga

Imposible escribir nada este domingo. Mi narrador, bajo el síndrome Bartleby, protesta por las noches de insomnio y la escasez de ideas.

Obituario

Muerto el deseo incineré su cuerpo.

Filme

El guión está escrito. Al principio de la película piensas que puedes cambiar el mundo. Después el mundo es quien te cambia a ti porque nadie lucha eternamente contra molinos de viento.

Poeta

Escuché manifestar a un poeta, tras preguntarle sobre qué sería lo más trascendente de su poesía, que su máxima aspiración sería escuchar uno de sus versos amorosos en unos labios ajenos mientras enamoraban a un corazón. «Cada vez que eso ocurriera sería como si yo fueran quien amara nuevamente», respondió.

Laberinto

El destino del ser humano, que promueve empatía con el Minotauro, es el de la soledad en un dédalo infinito. Desesperadamente espera el hilo de Ariadna que lo redima de su condena. Y una vez liberado quién lo salvara de su propia redentora.

Posos

En los posos del café hay quien dice ver el futuro. En el sustrato de la poesía se adivina el lirismo humano.

Marcas

Hemos pasado de ser consumidores a ser el objeto mismo del consumo. Somos nuestra propia marca que gestionamos cada día en la promoción del hiperyó.

Prospecciones

Bajo a la mina del pensamiento como quien baja al hondo tajo del carbón cada mañana. Voy a buscar, en ese mundo insondable de las imágenes y las palabras, una idea feliz que extraer, un diamante en bruto que sacar a la superficie de esta bitácora. Los más de los días salgo renegrido y tiznado, sin nada en las manos. Sólo de vez en cuando, alguien comenta algo y entiendo, entonces, que valió la pena el hallazgo.

Criminales

Explica psicología criminalista que el rapto de algunos asesinos por no sobrevivir a su crimen e inmolarse tras su víctima y seguir el mismo destino, puede que se deba al deseo de asegurarse que el asesinado no quedó libre de la condena impuesta y ejecutada. Ni de su ejecutor.

Amor húmido

Un argonauta encontró a una sirena y le prometió su amor. La sirena pensó que era una buena oportunidad para cambiar a una vida menos húmeda. El tiempo, en cambio, no le dio la razón. Las lágrimas anegaron cada día de su futuro.

Indolencia

Marcelino atraviesa por momentos espinosos en sus relaciones laborales. Me intereso por saber cómo le va.
–Por mucho que me odien –me dice– ¿tengo que odiarles yo? Nada les hice y nada sentí cuando les fue bien o mal porque me fueron intranscendentes. Uno es en la medida que se hace así mismo y si deja que otros le marquen el ritmo acaba con sus mismas dolencias. O peor porque no son las tuyas. Mi estrategia para sobrevivir es la indiferencia.

Higiénicos

Vigarello, autor de Lo limpio y lo sucio, indicó que en tiempos de Luis XIV, las damas se bañaban, a lo sumo, dos veces al año. Sandor Marai en su libro Confesiones de un burgués refleja la tendencia de creer que «lavarse o bañarse mucho resultaba dañino, puesto que los niños se volvían blandos».

Ahora rodeados de geles, cremas y aromas nos es difícil imaginar cómo pudo ser el mundo, en un momento dado, donde aseados y desaseados mantenían una lucha. Hasta que los limpios, cuyo número era menor, amenazaron la supremacía de los libres del jabón.

Madre

Sufre al pensar en su hijo. Asume su carga de destino y piensa que es responsable por no haberlo castrado a tiempo. Cuántas veces el amor nos lleva tan lejos que apenas si somos capaces de reconocernos.

Necrópolis blog

Cuando pasen algunos años la llamada blogosfera estará poblada por millones de bitácoras cuyos autores habrán muerto sin revelar su contraseña. Blogs donde se dejarán comentarios que nadie contestará.

La escritura circular

Abordó la escritura de un relato sobre un escritor que escribía un cuento. Cuando anotó la palabra título, el escritor de su cuento anotó la palabra título. Durante un instante pensó cómo llamar la narración hasta que decidió bautizarla con el nombre de ‘La escritura circular’. Entonces el protagonista de su historia designó a su creación ‘La escritura circular’. Y empezó a manchar el blanco del papel con las primeras palabras: «Un escritor escribía un cuento sobre un escritor que escribía un cuento que se escribía a sí mismo hasta el infinito».

Membranas

A César Vallejo «le pegaban todos –me cuentan– sin que él les hiciera nada; le daban duro con un palo y duro también con una soga». Fieles testigos de esa infamia contra este ser humano fueron sin quererlo: «los días jueves y los huesos húmeros, la soledad, la lluvia, los caminos…» La membrana del corazón sólo debería dejar pasar por sus poros aquellas moléculas cargadas de afectividad y de cariño, por mucho que aumente la presión externa.

Surrealismo

El paisaje urbano da, de vez en cuando, algunas buenas imágenes. Ayer me topé a una antigua amiga metida en un gran saco en forma de teléfono móvil mientras repartía publicidad.

Don de gentes

Resultaba aborrecible. Sin embargo era un personaje lleno de buenas intenciones por caer bien a todo el mundo. Es más, se esforzaba hasta la extenuación por repartir simpatía.

Efímero

Una mirada mantenida un instante es un mundo de sugerencias. Si perdura se convierte en un acto hipnótico.

Cobardes

Últimamente escucho con frecuencia la frase: «De los cobardes nunca se ha escrito nada». Sin embargo Google, por contradecir, encuentra unas 2.680.000 de entradas con la palabra cobarde.