Cuando pasen algunos años la llamada blogosfera estará poblada por millones de bitácoras cuyos autores habrán muerto sin revelar su contraseña. Blogs donde se dejarán comentarios que nadie contestará.
Necrópolis blog
8.10.07
Cuando pasen algunos años la llamada blogosfera estará poblada por millones de bitácoras cuyos autores habrán muerto sin revelar su contraseña. Blogs donde se dejarán comentarios que nadie contestará.
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17 apostillas:
tu comentario ha corrido por mi espalda como un escalofrío,
que cierto...
estamos abandonados a una excedencia en la red que nos sobrevirá sin misericordia.
He paseado un poco por tus moscas, muy interesante y con mas tiempo, espero poder perderme un poco más.
Te hemos linkeado.
Saludos
Lilián
Espero que un virus informático huela la falta de posts y devore todos mis comentarios.
Ah! si son virus apañaos que construyan mi epitafio con la frase WEB NOT FOUND.
Gracias.
Lo peor es seguir un blog y ver que un día el creador deja de escribir posts... pasan los meses y no sabes nada de él
¿Simplemente se habrá cansado?
es la pregunta que siempre me hago
Hay tantos blogs que simplemente se detienen y uno vuelve a ellos una y otra vez, pero nada, no van a ningún lado.
Quizá la historia detrás de ese blog dejó de tener sentido, pero quedan ahi como testigos virtuales de algo que existió, como las lápidas o los corazones con iniciales grabados en los árboles.
Esa es una pesadilla que me asalta algunas noches. ¿Qué pasaría con mi blog si yo desapareciera? Querría tener la oportunidad de despedirme, escribir ese último post que sería mi mensaje postrero. Sería orgiástico y delirante. Todo lo que no me he atrevido a hacer en mis posts oficiales.
Siempre podemos dejar como herencia un comentario postrero que alguien 'cuelgue' por nosotros.
Adiós a la vieja tiranía de las élites periodísticas. ¿ morirán esas bitácoras hiperindividualistas? Dentro y fuera de la literatura, contaminados por el novísimo periodismo emergente, muchos blogs dicen informar pensando que trabajar la información es informar el yo.
Como una pompa de jabón, la cultura snack, consustancial a nuestro ritmo enloquecido, nos impone un orden fragmentario y decididamente impersonal. Pesan las palabras. Nadie hablará de mí cuando me engullan las moscas.
Supongo que la gente empezará a peguntarse por los autores cuando lleven un tiempo sin actualizar...
Y como un hijo que lleva algo de su padre sin ser su padre, nuestros blogs serán un testimonio lanzado al viento...
Interesante post. Me gustó tu reflexión. Besos desde mi orilla.
¿Podríamos considerar esos comentarios sin respuesta como un mensaje al más allá? Quien sabe si no exisitra para los bloggers un mundo de ultratumba. Besos, querido amigo.
En fin... nada es eterno.
Y gente que seguirá preguntando ¿cómo estás?
Cierto. Pensé eso sobre las cuentas de correo electrónico pero nunca me lo imaginé de las bitácoras.
Bueno, quizás mejor así, dejando nuestra huella en el ciberespacio.
S2!
lo peor es que muchos de esos blogs ya están enterrados en vida; enmudecidos en vida.
y aún peor todavía: hay personas que son como esos blogs.
No hay trascendencia que valga en un espacio tan frágil y tan virtual. Las palabras que trascienden son las que se susurran, trascienden los besos, las caricias, las sonrisas, los abrazos, las lágrimas; me atrevo a decir que hasta la tinta y el papel vencen ésto, que sin embargo es tan maravilloso y tan comunicativo, un espacio que guarda tantas creaciones, expresiones, recuerdos, pensamientos, sensaciones, ilusiones. Aveces un espejo de todo lo que esta afuera, o de todo lo que está adentro.
Tal vez recalcar un mandamiento de los que uno se inventa, "no dejaras que tu vida se vuelva un post".
Bueno, me salió un moralista o algo así de adentro. Tus textos son exelentes disparadores (¿o tal vez sentencias?), dan mucho a pensar. Saludos!
Eso me hace recordar alguna persona de la cual no me he dado cuenta realmente de su muerte hasta que vi que no se conectaban jamás al messenger.
Leer su último nick me entristece más si cabe.
Buen blog.
Un saludo.
Nadie hablará de nosotras cuando estemos muertas...no quedará ni Victoria Abril de testimonio de un tiempo de un país, y habrá tantos blogs que nadie encontraría una aguja en un pajar ni siquiera con lupa...Alaska seguirá cantando a través de sus discípulos musicales generacionales... a quien le importa...
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