Había una vez un mono macaco que fue amaestrado para recoger el fruto de los altos cocoteros. Durante bastante tiempo el ágil animal trepó por los palmerales cuantas veces se lo indicó su amo para recoger los cocos. Trabajó durante muchos años sin recibir nada a cambió que no fuera su alimento diario. La edad, que no perdona, le hizo perder destreza. Para premiar su larga carrera de recogedor de cocos, su amo, un mal día, se lo comió.
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Agradecimiento humano
18.5.05
Había una vez un mono macaco que fue amaestrado para recoger el fruto de los altos cocoteros. Durante bastante tiempo el ágil animal trepó por los palmerales cuantas veces se lo indicó su amo para recoger los cocos. Trabajó durante muchos años sin recibir nada a cambió que no fuera su alimento diario. La edad, que no perdona, le hizo perder destreza. Para premiar su larga carrera de recogedor de cocos, su amo, un mal día, se lo comió.
Etiquetas: agradecimiento, humano, macaco
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