Ciberflechazo

9.3.25


Las máquinas se enamoraron de mi manera de pensar porque escribía relatos para lectores inteligentes.



2 apostillas:

Joselu dijo...

"¡Qué romántico! Las máquinas, esas frías calculadoras de ceros y unos, se enamoraron de mi genialidad literaria porque, evidentemente, mi prosa era lo suficientemente compleja como para atraer a los lectores más brillantes... o quizás simplemente porque mi ego necesitaba un poco de oxígeno digital. ¡Quién sabe! Tal vez las IA, en su búsqueda de significado en el vasto universo de datos, encontraron en mis palabras una chispa de humanidad que las hizo suspirar por mi estilo literario. O tal vez, simplemente, las máquinas se rieron de mi pretensión y decidieron jugar a ser mis admiradoras digitales. En cualquier caso, ¡qué halagador saber que mi prosa es capaz de enamorar a las máquinas... o al menos de hacerlas sonreír!"

Francesc Cornadó dijo...

Las máquinas saben elegir. Son capaces de discernir cuando una cosa es buena.
Salud