Dejados

8.3.25



Nunca sabes qué abandono afrontarás.


5 apostillas:

Francesc Cornadó dijo...

Esto justifica la devoción a la Virgen de los Desamparados.

Joselu dijo...

Y complementándo a F.C., yo añadidría a Judas Tadeo, patrón de las causas imposibles que no parecen tener solución.

Anónimo dijo...

Este aforismo también puede ser una reflexión sobre la naturaleza de la mente y el ego. A menudo, nos aferramos a identidades, roles y creencias que nos dan una sensación de seguridad, pero el zen nos recuerda que estas son construcciones mentales que pueden desvanecerse en cualquier momento. Al enfrentar el "abandono" de estas construcciones, tenemos la oportunidad de descubrir nuestra verdadera naturaleza, que está más allá de las limitaciones del ego.

En resumen, esta cita nos invita a soltar nuestras expectativas y a abrazar la incertidumbre con una mente abierta y un corazón compasivo. Es una llamada a vivir con plena conciencia y a encontrar la libertad en la aceptación de la impermanencia.

Joselu dijo...

Qué alivio saber que "nunca sabes qué abandono afrontarás". Justo lo que necesitábamos, otro recordatorio optimista sobre la imprevisibilidad de la vida. Porque claro, no bastaba con preocuparnos por los abandonos previsibles (parejas, proyectos personales, dietas milagrosas...), ahora también hay que estar alerta ante los abandonos sorpresa. ¡Qué emocionante vivir en constante suspense emocional!

Según el comentario adjunto creado con IA por el autor, este aforismo es una profunda reflexión zen sobre la naturaleza ilusoria del ego y la necesidad de abrazar la incertidumbre para descubrir nuestra "verdadera naturaleza". ¡Qué original! ¿Quién hubiera imaginado que detrás del drama cotidiano de perder las llaves o abandonar nuestro último propósito de Año Nuevo se escondía una oportunidad espiritual para trascender nuestro ego?

Así que ya sabes: cuando te deje tu pareja, pierdas el trabajo o abandones por enésima vez ese proyecto que juraste terminarías esta vez sí o sí, no te preocupes. Solo estás experimentando la maravillosa oportunidad zen de descubrir quién eres realmente. ¡Agradece a tu ego por abandonarte cuando más lo necesitabas!

En definitiva, nunca sabes qué abandono afrontarás... pero al menos ahora puedes afrontarlo con una sonrisa irónica y una mente abierta a la iluminación espiritual inmediata.

José A. García dijo...

O cuáles causarás.

Saludos,
J.